1. Introducción
El sector empresarial se ha convertido en un actor importante en los procesos de superación del conflicto, especialmente en un contexto como el colombiano (Velasco, 2014). En las últimas décadas, Colombia ha enfrentado una situación de conflicto armado en la que las organizaciones han asumido múltiples roles como víctimas, agentes pasivos, agentes responsables, constructoras de paz y, en algunos casos, generadoras de violencia (Velasco, 2014). Para Rettberg (2013), la participación de las empresas en la superación del conflicto se ha convertido en una preocupación estándar de los países que hacen parte de las transiciones del conflicto armado. Igualmente, está demostrado que las empresas, de una u otra forma, como organismos del sector privado, adelantan actividades y prácticas encaminadas a la participación en esta etapa. En el 2016, el Gobierno nacional colombiano firmó el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el cual da pie a un periodo de posconflicto y de iniciativas por parte de los actores para que este se cumpla.
Lo anterior ha generado que el sector privado empiece a jugar un papel mucho más importante en el proceso de posconflicto (González-Mendoza, 2016), pues para los empresarios se ha convertido en una oportunidad de mejorar las posibilidades de hacer negocios y de contribuir, a través de herramientas organizacionales, a la superación del conflicto. Este reconocimiento de la importancia de la participación del sector privado en la implementación del Acuerdo tiene antecedentes dados por el Departamento Nacional de Planeación (2015) en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, en el que se señala que “el sector empresarial está llamado a participar de manera proactiva y sostenida como un agente destacado para una paz estable y duradera en Colombia” (p. 45). Los empresarios han comprendido que la superación del conflicto abre un abanico de posibilidades y que al mismo tiempo requiere de una serie de responsabilidades dentro de su quehacer administrativo (González-Mendoza, 2016).
Jiménez (2014) señala que la agenda de investigación de paz en el sector privado debe ser ampliada, especialmente al considerar el desconocimiento que existe por parte de las empresas sobre la participación en esta agenda. Ahora bien, la relación entre empresa y conflicto armado o posconflicto ha sido estudiada principalmente respecto al papel que cumplen las organizaciones como actores en este periodo (Rettberg, 2011). Desde comienzos de siglo, un buen número de investigadores y organizaciones han dado cuenta de que “las empresas pueden y deben hacer contribuciones a la construcción de paz y, con menor frecuencia, han documentado y buscado explicar por qué algunas empresas en efecto lo hacen” (Vargas, 2014, p. 12). Por lo anterior, se convierte en un tema de estudio que se debe trabajar.
Las herramientas organizacionales y las responsabilidades asumidas en el periodo de posconflicto han hecho que prácticas como la de responsabilidad social empresarial (RSE) tengan gran acogida dentro de las organizaciones. Pese a que muchos empresarios desconocen de manera directa los instrumentos de participación en los periodos de posconflicto, la RSE se ha convertido en una guía por excelencia para los diversos actores (González-Mendoza, 2016).
Iff y Alluri (2016) indican que, desde una perspectiva conceptual, sigue existiendo una discrepancia entre la literatura sobre RSE y la literatura sobre el posconflicto, en torno al rol que tienen las empresas y las actividades que desarrollan en este periodo. Algunas investigaciones señalan que existen actividades que desde la RSE se pueden desarrollar para vincular los diversos actores, y para ello brindan una caja de herramientas, por ejemplo, el Pacto Global de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la guía ISO 26000, las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para empresas multinacionales, la iniciativa global de reportes, los principios voluntarios de seguridad y los derechos humanos, los cuales son principios rectores de la ONU sobre empresas y derechos (Rettberg, 2011; Vargas, 2014). No obstante, otra serie de investigaciones señala que entre los empresarios continúa la desconfianza hacia las potenciales actuaciones de los desmovilizados, pues no se encuentran preparados para asumir las prácticas de RSE que se den en el posacuerdo (Prandi y Lozano, 2010).
Desde la postura directa de la RSE, existen dimensiones sociales, económicas, políticas, legales y medioambientales (Alvarado y Schlesinger, 2008) que amplían la participación en el proceso de superación del conflicto. Sin embargo, cuando esas prácticas no se encuentran inmersas en la estrategia de la organización, este tipo de actividades tienden a fracasar (Velasco, 2014).
En Colombia, un gran porcentaje de las empresas pertenece a las pequeñas y medianas empresas (pymes), y la contribución que tienen estas en la producción nacional es alta. Las pymes colombianas, en su mayoría, no cuentan con actividades y políticas de RSE formalizadas, muchas veces por desconocimiento y otras veces por focalizar el interés en actividades propias de su actividad económica: asumir gastos, invertir en capital, entre otras (Sepúlveda, Moreno, Tovar, Franco y Villarraga, 2015). Si bien es cierto que esta situación revela el interés de las pymes en participar en prácticas de RSE, también muestra que estas prácticas han evolucionado en los últimos años de manera favorable gracias al interés de implementar programas responsables que impacten directamente en los grupos de interés de las organizaciones de este tamaño (Hernández, Barrios y Jimenez, 2017).
Las empresas en el posconflicto pueden aportar a través de distintas prácticas, como el fomento al desarrollo económico, la adopción de principios de evaluación externa, la contribución de un sentido de comunidad, el involucramiento con la cooperación y la diplomacia y la participación de evaluación del riesgo de conflictos (Gerson, 2001). Estas prácticas ayudan en la construcción de paz, por tanto, las herramientas administrativas como la RSE se vuelven indispensables en el ejercicio de su construcción desde las empresas (Oetzel y Breslauer, 2015; Oetzel, Getz y Ladek, 2007; Oetzel, Westermann-Behaylo, Koerber, Fort y Rivera, 2010).
Las pymes carecen de herramientas para actuar en contextos de posconflicto, por no contar con políticas y prácticas formales. Lo anterior ha generado que las investigaciones de RSE y prácticas empresariales del posconflicto se presenten con mayor frecuencia y se centren en la descripción de las prácticas (Barrios, 2016; Jiménez, 2014; Prandi y Lozano, 2010), pero no en el impacto o influencia que tiene una variable sobre otra. Se reconoce que la RSE representa un instrumento para vincular los negocios con las comunidades y poblaciones locales, y para la integración moral con las aspiraciones estratégicas de las empresas (Ismail y Nusrat, 2014); aunque se desconoce la forma en que una variable contribuye a la vinculación y apoyo de víctimas y excombatientes en las pymes.
La RSE y su implementación efectiva pueden representar mecanismos que promueven el desarrollo comunitario y minimizan los impactos negativos de las actividades comerciales. El cumplimiento de los objetivos depende de la dimensión de la RSE que se aborde para medir el impacto directo que se tiene sobre las prácticas de posconflicto, pues no todas las empresas realizan RSE de la misma forma (Iff y Alluri, 2016).
Algunas empresas prefieren orientarse hacia la rentabilidad de la organización, otras prefieren tener un comportamiento alineado con la ética, otras prefieren satisfacer el marco legal y otras, satisfacer las necesidades sociales (Alvarado y Schlesinger, 2008). Por lo tanto, es importante identificar desde cuál de las diferentes dimensiones de la RSE (filantrópica, económica y ético-legal) las pymes colombianas promueven la vinculación y el apoyo de emprendimientos de víctimas y excombatientes, prácticas ligadas al posconflicto.
El objetivo de esta investigación fue identificar el efecto de la RSE de las pymes en Colombia, desde la filantropía, la economía y lo ético-legal, sobre prácticas empresariales, como son la vinculación de víctimas y excombatientes y el apoyo a emprendimientos de estos grupos en el posconflicto. Para lo anterior se utiliza una metodología descriptiva y explicativa con enfoque cuantitativo; se encuestó a 492 gerentes de pymes de Cali, Medellín y Bogotá, como ciudades principales de Colombia. Para la aplicación de estas encuestas se utilizó un cuestionario autoadministrado, el cual fue recolectado entre enero y junio del 2018. La muestra se obtuvo a través de un muestreo aleatorio simple, cuya población fue suministrada por las Cámaras de Comercio de las ciudades estudiadas.
Este trabajo contribuye a la literatura en dos vías. En primer lugar, identifica la forma en la que la RSE, desde sus dimensiones filantrópica y económica, genera un efecto positivo sobre las prácticas empresariales del posconflicto y así aporta a la construcción de paz; en segundo lugar, contribuye al estudio de las pymes, que, a pesar de la importancia que representan para la economía de muchos países, son poco estudiadas.
En el desarrollo de este artículo de investigación se presenta el modelo de RSE y la definición de posconflicto, así como las investigaciones previas que identifican la relación entre estas dos variables. Posteriormente, se plantea la metodología utilizada, la muestra y las variables seleccionadas y, a partir de estas, se describen los resultados principales que conducen al cumplimiento del objetivo de investigación. Finalmente, se exponen las conclusiones, las limitaciones y las futuras líneas de investigación.
2. Marco teórico
En esta sección se muestra el concepto de RSE, sus principales teorías y aquellas de las cuales se desprenden las dimensiones del presente estudio. También se presenta el significado del posconflicto y las prácticas empresariales ligados a él en el caso colombiano. Finalmente, se revisan estudios previos que identifican una relación entre la RSE y las prácticas de posconflicto estudiadas. Dentro de esta relación se plantean las hipótesis generadas para esta investigación.
2.1. Responsabilidad social empresarial
La RSE nace como las actividades económicas, medioambientales, sociales, legales y éticas realizadas por las empresas y adaptadas a los valores y expectativas de la sociedad que dan cuenta de la devolución del impacto a sus grupos de interés por su actividad económica (Carroll, 1979). Por su parte, Costing (1999), al reflexionar sobre la RSE en las pymes, concluye que puede ser considerada como las expectativas básicas que la empresa podrá cumplir en términos de protección del medioambiente, de la salud y seguridad pública, las cuales comúnmente están estrechamente relacionadas con el liderazgo que ejerza el gerente o propietario.
Las teorías instrumentales ven a la RSE como una herramienta estratégica para el logro de las metas económicas encaminadas a la riqueza (Garriga y Melé, 2004). Frente a ello, Friedman (1970) señala que la responsabilidad primordial de todas las organizaciones con la sociedad es la maximización de ganancias sin perder de vista los marcos legales y la ética del país. Las teorías políticas se enfocan en precisar las conexiones e interacción entre la sociedad y las empresas con el fin de señalar su responsabilidad inherente. Dentro de los enfoques que manejan las teorías políticas se encuentra el constitucionalismo corporativo y la ciudadanía corporativa (Garriga y Melé, 2004). Ahora bien, las teorías integrales de la RSE examinan cómo las empresas contienen de manera integral las exigencias sociales dependiendo del crecimiento y la continuidad de la empresa. Estas teorías señalan que el contenido de la RSE está dado en tiempo y espacio, y delimita su acción por los roles funcionales y los valores de la organización (Preston y Post, 1975). Estas teorías dan paso a las teorías éticas, que señalan los requerimientos éticos para dar bases a la relación entre empresas y sociedad.
En la misma línea de teorías de la RSE, Alvarado y Schlesinger (2008) señalan que la RSE se puede definir desde dimensiones económicas, éticas, legales y voluntarias o filantrópicas, dadas por el planteamiento de Carroll (1979). Estos autores plantean que las dimensiones de la RSE son cuatro y son coherentes entre sí. Para ellos, la dimensión económica comprende la expectativa de que las organizaciones deben ser rentables y obtener utilidades de acuerdo con el esfuerzo realizado. La dimensión ética comprende la expectativa de la sociedad en la que el comportamiento de las organizaciones está alineado con las normas éticas. La dimensión legal contiene las expectativas de que las organizaciones logren sus metas económicas de acuerdo con el marco jurídico del contexto dado. La última dimensión, denominada filantrópica, comprende las actividades que satisfacen las normas sociales.
2.2. Posconflicto y prácticas del posconflicto colombiano
Para Hernández et al. (2017), el posconflicto es el periodo posterior a un conflicto en el que se finaliza una situación conflictiva y se crean mecanismos para la obtención de la paz. Para el caso de Colombia, el posconflicto representa una nueva etapa encaminada a cerrar el ciclo de guerra y violencia que ha llevado el país durante los últimos cincuenta años (Barrios, 2016; Fort y Schipani, 2002; Jiménez, 2014; Katsos y Forrer, 2014). En el país, el conflicto armado ha representado un importante declive en el desarrollo de su economía, al igual que un golpe fuerte en su competitividad a nivel latinoamericano y global.
Desde el 2016, Colombia se encuentra en un proceso de transición hacia una etapa de posconflicto, en la cual la búsqueda de paz, justicia y reconciliación es el objetivo central. De acuerdo con Orozco (1998), este escenario hacia el posconflicto representa parte de las etapas intermedia y final de un conflicto, en las que se muestra un interés de las partes por negociar sus diferencias y en las que, posteriormente, las diferencias que originaron la disputa entre las partes involucradas dejan de ser un asunto importante en la confrontación.
En el caso colombiano, las situaciones de seguridad nacional empezaron a afectar a las empresas, razón por la cual estas dejaron de percibir el conflicto armado como un aspecto aislado de los sectores empresariales y empezaron a desarrollar iniciativas que buscaran, por un lado, proteger sus actividades del conflicto y, por otro, generar prácticas y acciones que lograran sopesar y reducir el impacto negativo que la guerra y la violencia tenían en los negocios y las organizaciones (Guáqueta, 2006; Rettberg, 2011; Téllez, 2018). Ya sean empresas pequeñas, medianas, grandes o multinacionales, cada vez más se presentan prácticas o iniciativas que buscan promover una cultura de paz y reconciliación en el país (Jiménez, 2014; Prandi y Lozano, 2010; Sepúlveda et al., 2015).
Ahora bien, dentro de las prácticas que realizan las empresas de manera más específica, se encuentra que la generación de empleo para los excombatientes, víctimas y desplazados es uno de los principales retos que afrontan los países que finalizan un conflicto armado (Camacho-Ramírez y Rodríguez, 2019). Igualmente, el apoyo de emprendimientos a estos actores hace que las organizaciones se involucren más en temas de paz (Gil, 2016). Para este mismo autor, las organizaciones, dentro del marco del posconflicto, deben prestar atención a las relaciones con los grupos de interés, como lo son víctimas, individuales y colectivas; desplazados internos, refugiados y retornados; desmovilizados y excombatientes; minorías y poblaciones históricamente discriminadas, y miembros de las fuerzas armadas y empresas de seguridad privadas.
2.3. Responsabilidad social y posconflicto
La literatura da cuenta de instrumentos mediante los cuales el sector privado puede participar en la superación del conflicto, dentro de los que se encuentran ser financiador del posconflicto, crear alianzas estratégicas con el Estado y a través de la RSE en una contraprestación ética (González-Mendoza, 2016; Vargas, 2014). Así, el interés por el posconflicto ha motivado a las empresas a desarrollar iniciativas encaminadas hacia la paz (López-Santamaría y Grueso, 2019).
De acuerdo con Guáqueta (2006) y Rettberg (2006), las organizaciones se encuentran motivadas a participar en este tipo de actividades por la atracción de capital de inversión extranjero y las nuevas normatividades en materia de RSE que promueven y, de alguna manera, exigen la creación de iniciativas empresariales enfocadas hacia la promoción de la paz y la reconciliación. De lo anterior puede evidenciarse un interés en que el sector empresarial debe operar en el posconflicto través de la RSE (García et al., 2018; Moreno, 2015). Para autores como Barrios (2016), el desarrollo de políticas de RSE es la forma en la que se prioriza la inclusión de los actores del conflicto armado colombiano (víctimas, desplazados y reinsertados) al mundo laboral. El posconflicto resulta ser un espacio adecuado para que las organizaciones reconsideren su RSE y se preparen para vincular a los excombatientes en el ámbito social y laboral (Tello-Castrillón, 2018; Téllez, 2018).
En términos de RSE filantrópica, en un estudio realizado por Ismail y Nusrat (2014) en Pakistán, se concluye que las capacidades de las empresas para promover el desarrollo comunitario y generar oportunidades de empleo en general y para los habitantes en sus áreas de operación son potencialmente herramientas de prevención de conflictos. Para estos autores, las acciones de las empresas se dan de forma reactiva y están directamente enfocadas a la filantropía, por ejemplo, la provisión de artículos y socorro en casos particulares de conflicto, en lugar de un enfoque integrado para apoyar el desarrollo comunitario. Es decir, las empresas que se centran en la RSE filantrópica promueven ese mismo tipo de actividades en el posconflicto.
Para Rettberg y Rivas (2012), por asuntos de seguridad, las organizaciones prefieren no contratar excombatientes, y por ello sus esfuerzos se enfocan más en programas de paz y desarrollo, es decir, en actividades filantrópicas. En esta misma línea, la mayoría de las multinacionales tienen programas para la superación del conflicto, programas cuya actividad primaria son las donaciones, mientras que solo un “25% de estas empresas construyen paz a través de la inclusión laboral” (Jiménez, 2014, p. 87).
Rettberg, Medina y Pimienta (2018) han encontrado casos en los que se ha dado la vinculación de excombatientes, pero ha sido a través de proyectos filantrópicos, aunque algunos de ellos no han funcionado por falta de capacitación a estos actores. En esa misma línea, Prandi y Lozano (2010) señalan que la mayoría de acciones deben estar en la conexión existente de todos los actores del conflicto, de lo cual se sigue que las organizaciones, como fundaciones e instituciones del tercer sector, realizan acciones para la vinculación de víctimas y excombatientes. Dentro de las actividades empresariales que encuentran estos autores, se identifica que la formación, la creación de cooperativas, el uso de proveedores y la creación de proyectos familiares y comunitarios hacen que víctimas y excombatientes trabajen conjuntamente. De esta forma, se formula la primera hipótesis:
H1: a mayor RSE filantrópica, mayor probabilidad de vinculación y apoyo de emprendimientos de víctimas y excombatientes de las pymes colombianas.
En cuanto a la RSE económica, Bray (2005) señala que el compromiso de las organizaciones con el posconflicto y la generación de paz está dado por la motivación que tienen estas para asumir dicho compromiso. Para este autor, las motivaciones económicas, como aumentar los ingresos o disminuir los costes, hacen que el sector privado decida participar en las prácticas que promueven la paz y construyen la superación del conflicto, por ende, las actividades de RSE económicas promueven la participación de las empresas en prácticas ligadas al conflicto. Para Gerson (2001), la atracción de participar en actividades del proceso de posconflicto requiere incentivos económicos por parte del Estado y del interés de las partes interesadas.
El atractivo para que el sector privado participe en prácticas que promuevan la paz se encuentra en el capital, tangible e intangible, que estas poseen (Jiménez, 2014). Obtener este capital es parte de lo que se logra a través de las prácticas de RSE de orden económico. Así, cuando las organizaciones cuentan con este capital, se crean más empleos para desmovilizados y víctimas (Rettberg y Rivas, 2012). El objetivo económico de las organizaciones hace que a través de la RSE se creen oportunidades de subsistencia y emprendimiento, centrándose especialmente en estos colectivos (Prandi y Lozano, 2010). Por lo tanto, se formula la segunda hipótesis:
H2: a mayor RSE económica, mayor probabilidad de vinculación y apoyo de emprendimientos de víctimas y excombatientes de las pymes colombianas.
Frente a la RSE ético-legal, Prandi y Lozano (2010) señalan que este es un factor que explica la implicación del sector privado y de las multinacionales en las etapas de posconflicto. Para este autor, la esencia de la participación empresa-rial está dada por la visión ética. Dentro de su investigación, señala que las compañías están apoyando y financiando proyectos de emprendimiento social aliado a la paz en virtud de la difusión mundial de la RSE y los lineamientos éticos de estas organizaciones. Para Jiménez (2014), el vínculo de los aspectos éticos y la RSE está dado por la incorporación de las empresas en sus prácticas de los principios del Pacto Global; así, las empresas que promueven prácticas de RSE ética tienen una mayor sensibilidad frente al conflicto, por lo que promueven prácticas de protección de derechos humanos y de vinculación de víctimas o excombatientes. Igualmente, Buitrago, Bustamante, Castañeda y Ramírez (2015) señalan que las organizaciones han asumido un papel más activo en cuanto a las responsabilidades desde marcos legales, adoptando códigos, guías y estándares de comportamiento empresarial bajo un marco también de inclusión en el Pacto Global.
Por otro lado, la RSE en el marco ético promueve que estas actividades, más que una obligación legal, sean un deber moral para que se garantice la vinculación y fomento de los actores del conflicto. Para Barrios (2016), la RSE ética es el medio por el cual las organizaciones desarrollan las acciones que generarán impacto social y que garantizan la vinculación de los actores al mercado laboral. Hernández et al. (2017) señalan que trabajar en la RSE es prioritario de acuerdo con la cantidad de desmovilizados, reinsertados y víctimas que requieren incorporarse a actividades productivas. Según Hernández et al. (2017), para que este proceso sea exitoso, se debe incorporar la RSE en los planes estratégicos; sin embargo, existe un desconocimiento sobre cómo hacerlo. Igualmente, los autores identifican que solo se logra una verdadera inclusión laboral cuando la RSE está bajo un marco ético y moral. Así, se formula la siguiente hipótesis:
3. Metodología
En esta sección se aborda la metodología utilizada para la investigación, la muestra utilizada, el modelo estadístico desarrollado, las variables independientes y la variable dependiente, así como su validez para la investigación.
3.1. Tipo y enfoque de investigación
Esta es una investigación descriptiva y explicativa con enfoque cuantitativo. La investigación es descriptiva porque permite describir las características de una situación o evento y es explicativa porque busca interpretar la situación o eventos; por lo tanto, en esta se identifica cómo es la relación entre la RSE y las prácticas de posconflicto y cómo las prácticas de RSE (filantrópica, económica, ético-legal) afectan la vinculación y apoyo de emprendimientos de víctimas y excombatientes. Esta investigación fue realizada a través de un cuestionario autoadministrado a los gerentes de pymes de Cali, Medellín y Bogotá durante enero y junio del 2018.
3.2. Muestra
Para el cálculo de la muestra se realizó un muestreo aleatorio simple con un nivel de confianza del 95%, un margen de error del 5% y una probabilidad de éxito y fracaso del 50%. Para ello se consideró el total de las pymes de las tres ciudades principales de Colombia (Cali, Medellín y Bogotá). La muestra se presenta en la tabla 1. Los datos de estas pymes fueron suministrados por la compra de registros mercantiles de la Cámara de Comercio de Bogotá y la Cámara de Comercio de Cali. Los datos de las pymes de Medellín también fueron suministrados por la Cámara de Comercio de Bogotá.
Ciudad | N.° de empresas | Porcentaje |
---|---|---|
Cali | 193 | 39,23% |
Bogotá | 207 | 42,07% |
Medellín | 92 | 18,70% |
Total | 492 | 100% |
Fuente: elaboración propia.
3.3. Modelo
El análisis contrasta si las variables que caracterizan la RSE influyen significativamente sobre las prácticas empresariales de posconflicto, una vez incorporadas las variables de control. Dado el carácter continuo de la variable dependiente y que se trata de datos transversales, se estima el siguiente modelo de regresión lineal múltiple por mínimos cuadrados ordinarios (MCO), para confirmar o rechazar las hipótesis de investigación. Adicionalmente, se verifica la validez estadística de las variables y el R2 ajustado del modelo.
Donde la variable dependiente corresponde a la variable posconflicto para la empresa i; β1, β2, β3 son los parámetros asociados a las variables de RSE; xi' es un vector columna conformado por las variables de control para la empresa i; β4 es el vector fila de parámetros correspondientes a estas variables; y εi es el término de error aleatorio del modelo.
La variable dependiente, es decir, la RSE, fue medida a través de tres dimensiones: filantrópica, económica y ético legal, las cuales fueron adaptadas de Alvarado y Schlesinger (2008). Todos los ítems de las tres dimensiones de la RSE están construidos según una escala tipo Likert de siete posiciones, con límites 1 = completamente en desacuerdo a 7 = completamente de acuerdo. Las afirmaciones según los ítems son las siguientes:
1.1 …siempre intenta obtener la máxima utilidad económica de su actividad.
1.2 …intenta obtener éxito a largo plazo.
1.3 …se preocupa por cumplir sus obligaciones con sus accionistas, proveedores, distribuidores y otros grupos con los que trata.
1.4 …se comporta ética/honestamente con sus clientes.
1.5 …da prioridad a sus principios éticos en sus relaciones en lugar de solo priorizar el desempeño económico.
1.6 …se preocupa por respetar y proteger el medio ambiente.
1.7 … patrocina o financia activamente eventos y actividades con fines sociales (deportes, música…).
1.8 …destina parte de su presupuesto a donaciones y trabajos sociales.
Para corroborar la validez de todas las variables, se llevó a cabo un análisis factorial en el que tanto las cargas factoriales como el coeficiente Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de esfericidad de Bartlett arrojaron resultados suficientes para validar el indicador. En términos de confiabilidad, se utiliza el alfa de Cronbach (tabla 2). Los resultados de validación son aceptables, por lo que se decidió trabajar con estas variables.
Variable | Ítem | Carga factorial del ítem | |
---|---|---|---|
Económica | 1.1 | 0,849 | Cronbach: 0,608 |
Varianza total explicada: 72,108% | |||
1.2 | 0,849 | Sig. Bartlett: 0,000 | |
KMO: 0,500 | |||
Ético-legal | 1.3 | 0,880 | Cronbach: 0,809 |
1.4 | 0,781 | Varianza total explicada: 65,174% | |
1.5 | 0,784 | Sig. Bartlett: 0,000 | |
1.6 | 0,779 | KMO: 0,785 | |
Filantrópica | 1.7 | 0,858 | Cronbach: 0,615 |
Varianza total explicada: 73,581% | |||
1.8 | 0,858 | Sig. Bartlett: 0,00 | |
KMO: 0,500 |
Fuente: elaboración propia.
La variable dependiente es posconflicto, la cual se ha denominado así para agrupar actividades de generación de empleo para los excombatientes y víctimas. Igualmente, el apoyo a los emprendimientos de estos actores hace que las organizaciones se involucren más en temas de paz, en consecuencia, se han incluido las preguntas de apoyo a emprendimientos de víctimas y excombatientes. Las prácticas están construidas a partir de Gil (2016). Dentro del cuestionario se pregunta ¿cuál sería la probabilidad de que su empresa apoye las siguientes líneas del “posconflicto”? Los ítems están construidos según una escala tipo Likert de 7 posiciones, con límites 1 = completamente en desacuerdo a 7 = completamente de acuerdo. Las afirmaciones según los ítems son:
2.1. Crear empleo para excombatientes.
2.2. Crear empleo para víctimas.
2.3. Apoyar emprendimientos de excombatientes.
2.4. Apoyar emprendimiento de víctimas.
Para corroborar la validez de todas las variables, se llevó a cabo un análisis factorial en el que tanto las cargas factoriales como el coeficiente KMO y la prueba de esfericidad de Bartlett arrojaron resultados suficientes para validar el indicador. En términos de confiabilidad, se utiliza en alfa de Cronbach (tabla 3). Los resultados de validación, al ser un estudio exploratorio, permiten trabajar con esta variable.
Variable | Ítem | Carga factorial del ítem | |
---|---|---|---|
Posconflicto | 2.1 | 0,825 | Cronbach: 0,706 |
2.2 | 0,709 | Varianza total explicada: 54,806% | |
2.3 | 0,765 | Sig. Bartlett: 0,00 | |
2.4 | 0,653 | KMO: 0,621 |
Fuente: elaboración propia.
Adicionalmente, se incluyeron dos variables de control:
4. Resultados y discusión
En esta sección se muestran los resultados de la investigación. Se abordan, en principio, los resultados descriptivos de las características de las pymes estudiadas; más adelante se muestran los análisis descriptivos de RSE y de las prácticas inmersas en el posconflicto; finalmente, se muestra el análisis multivariante que permite determinar la relación de las variables estudiadas y el efecto de la RSE de las pymes sobre la vinculación y apoyo a emprendimientos de las víctimas y excombatientes y comprobar las hipótesis planteadas.
4.1. Características de las pymes colombianas
Los resultados revelan que la antigüedad promedio de las empresas encuestadas es de 30,14 años, es decir, que las pymes son empresas maduras. El 8,54% pertenece al sector primario asociado a la agricultura, la pesca y la ganadería; el 25,41% al sector secundario o industrial, y el 66,06% al sector terciario o de servicios. Con respecto al número de empleados, se evidencia que el número promedio es de 54, por lo tanto, estas empresas tienden a ser pequeñas. En la muestra de 492 pymes, el 25% son gestionadas por mujeres y el 75% restante por hombres (tabla 4).
Años de funcionamiento (promedio de las empresas) | 30,14 |
Empresas gestionadas por hombres (%) | 75% |
Empresas gestionadas por mujeres (%) | 25% |
Sector | |
Sector primario (% empresas) | 8,54% |
Sector secundario (% empresas) | 25,41% |
Sector terciario (% empresas) | 66,06% |
Tamaño de la organización | |
Empleados 2017 (promedio de número de empleados) | 54 |
Fuente: elaboración propia.
4.2. Responsabilidad social empresarial
Los resultados de la RSE revelan que la dimensión que más se ejerce en las pymes colombianas es la económica, lo que muestra que las pymes intentan obtener la máxima utilidad económica de su actividad y éxito a largo plazo.
En segundo lugar, se encuentra la RSE ético-legal, la cual revela que, después de su interés económico, las pymes se preocupan por cumplir obligaciones con sus grupos de interés, se comportan ética/honestamente con sus clientes, dan prioridad a sus principios éticos y protegen el medioambiente. Finalmente, las actividades que menos ejercen las pymes son las asociadas con la dimensión filantrópica, que incluyen patrocinar o financiar activamente eventos y actividades con fines sociales y realizar donaciones y trabajos sociales (figura 1).
Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, es importante destacar que las pymes están realizando actividades de RSE, ya que ninguno de los ítems evaluados es inferior a 4; también, que no se encuentran cerca del límite superior, que es 7, por lo que se considera que este tipo de prácticas se realizan medianamente. Como se mencionó anteriormente, estos resultados revelan el interés de las pymes por participar en este tipo de prácticas y la evolución favorable de la implementación de programas responsables que impacten directamente a sus grupos de interés (Hernández et al., 2017; Sepúlveda et al., 2015). Además, tal como lo señala Costing (1999), la RSE en las pymes está enfocada a expectativas básicas orientadas por el propietario/gerente. No obstante, cada vez más se presentan prácticas o iniciativas de RSE en las pymes (Sepúlveda et al., 2015). Ahora bien, el hecho de que la dimensión económica sea la que más realizan las pymes muestra que, tal como lo señala Friedman (1970), la responsabilidad primordial de todas las organizaciones con la sociedad es la maximización de ganancias, sin perder de vista los marcos legales y la ética del país.
4.3. Posconflicto
Frente a la probabilidad de que las pymes apoyen las líneas del posconflicto, los resultados revelan que existe un interés de los gerentes por apoyar este tipo de prácticas; sin embargo, este interés es más alto para apoyar la generación de empleo y apoyo de emprendimientos hacia las víctimas (2.2 y 2.4) que hacia los excombatientes (2.1 y 2.3) (figura 2). La media aritmética de las respuestas para los encuestados es de 4,7, lo que muestra un interés medio. Desde otra perspectiva, se identifica que existe un interés más orientado a apoyar emprendimientos que a generar empleo. Así, estos resultados revelan que entre los empresarios existe desconfianza hacia las potenciales actuaciones de los excombatientes, porque no se encuentran preparados para asumir este tipo de prácticas (Prandi y Lozano, 2010; Rettberg, 2011; Vargas, 2014).
Igualmente, el compromiso de los empresarios está sujeto al apoyo externo, como emprendimientos, y no a la vinculación directa de actores. Esta actividad puede estar dada por el interés primordial de las pymes de responder por sus actividades económicas y problemáticas actuales (Asociación Nacional de Instituciones Financiera, 2017; Sepúlveda et al., 2015). Asimismo, no existe todavía un interés pleno del empresariado colombiano por la participación en prácticas de posconflicto, debido a la percepción que tienen del conflicto, de la forma en la que les afecta y cómo se relaciona con su operación comercial, pues, para muchos de ellos, tal participación no es parte de un mercado importante, no es necesaria para su funcionamiento y, en muchos casos, el conflicto nunca ha influenciado su funcionamiento (Rettberg et al., 2018).
4.4. Análisis multivariante
Para evaluar el efecto que traen las dimensiones de RSE sobre la variable posconflicto, se estima el modelo de la ecuación (1). En la tabla 5 se presentan los resultados de la estimación, considerando las dimensiones de la RSE y las variables de control años de funcionamiento de la empresa y número total de empleados de la empresa en el año 2017.
Variables | (1) Posconflicto |
---|---|
RSE económica | 0,09488272* |
(0,05270381) | |
RSE ético-legal | -0,08919964* |
(0,0479056) | |
RSE filantrópica | 0,11275076** |
(0,05535754) | |
Años de funcionamiento de la empresa | -0,00945493*** |
(0,00323092) | |
Total empleados 2017 | 0,00039312*** |
(0,00014674) | |
Constante | 4,3442417*** |
(0,42660942) | |
N | 492 |
R2 ajustado | 0,04402384 |
Nota: errores estándar entre paréntesis. * p < 0,10 ** p < 0,05 *** p < 0,01.
Fuente: elaboración propia.
De acuerdo con estos resultados, la RSE económica tiene un impacto positivo en el posconflicto. Por su parte, la dimensión ético-legal tiene una relación inversa con el posconflicto, es decir, en la medida en que las empresas asumen comportamientos honestos y éticos con sus clientes y empleados, disminuye la posibilidad de que apoyen a excombatientes y víctimas del conflicto. Por el contrario, en el caso de la RSE filantrópica, esta se encuentra directamente relacionada con el posconflicto. De acuerdo con el resultado obtenido para los años de funcionamiento de la empresa y el número total de empleados en 2017, se puede destacar que, en la medida en que las empresas son más antiguas, están menos interesadas en apoyar y crear empleo para víctimas y excombatientes, mientras que, por el contrario, cuando hay una mayor cantidad de empleados es posible que sí lo hagan.
En este orden de ideas, la H1 y H2 son aceptadas con un nivel de confianza del 99% y 95%, respectivamente; mientras que la H3 no se acepta. Los resultados de este modelo revelan que, en términos filantrópicos, cuando una pyme realiza donaciones y apoya a sus grupos de interés en algún tipo de evento, es más probable que apoye emprendimientos y vinculaciones de víctimas y excombatientes. Sin embargo, si se analizan los resultados descriptivos, estas son las prácticas que menos realizan las pymes. Para Ismail y Nusrat (2014), las empresas prefieren realizar este tipo de acciones en lugar de tener un enfoque integrado para la superación del conflicto, pues las capacidades con las que cuentan las pymes hacen que solo a través de esas herramientas puedan participar activamente en la construcción de paz. Igualmente, esta relación puede ser más fuerte que las otras dimensiones, ya que, como lo mencionan Rettberg y Rivas, (2012) y Rettberg et al. (2018), por asuntos de seguridad, las organizaciones prefieren no contratar excombatientes, y por ello sus esfuerzos se enfocan más en programas de paz y desarrollo, es decir, en actividades filantrópicas.
En términos de la dimensión económica, aunque esta no sea tan fuerte, los resultados revelan que en la medida en que las pymes intenten obtener la máxima utilidad económica de su actividad y éxito a largo plazo, también es mayor la probabilidad de crear empleo y apoyar emprendimientos a víctimas y excombatientes. Los resultados de esta dimensión revelan que las motivaciones económicas hacen que las pymes decidan participar en las prácticas que promueven la paz y construyen la superación del conflicto (Bray, 2005). En esa misma línea, se puede atribuir una relación no tan fuerte entre las variables, ya que la atracción de participar en actividades del proceso de posconflicto requiere incentivo económico por parte del Estado (Gerson, 2001).
La dimensión ético-legal, pese a no estar relacionada con la literatura y no aceptar la hipótesis, da cuenta de una relación inversa, es decir, en la medida en que las empresas asumen comportamientos honestos y éticos con sus clientes y empleados, disminuye la posibilidad de que apoyen a excombatientes y víctimas del conflicto. Estos resultados se pueden atribuir a la desconfianza que tienen los empresarios por los excombatientes (Rettberg y Rivas, 2012; Rettberg et al., 2018). Igualmente, al ser un estudio realizado en pymes, no existe una participación directa con las prácticas del Pacto Global, pues no existe tanta sensibilidad respecto al conflicto, pese a estar sumergidos en este contexto (Jiménez, 2014). En esa misma línea, estos resultados se pueden atribuir a la percepción que se tiene del proceso de Acuerdo Final y las posturas políticas frente a él, ya que el carácter conservador del país hace que se vea de manera negativa este proceso (González et al., 2018; Herrera-Marín, Rubio-Olarte y Vera- Márquez, 2018).
En cuanto a la relación de las variables de control con el posconflicto, se puede destacar que entre más años de funcionamiento tenga la pyme, menor es la probabilidad de vinculación y apoyo de emprendimientos a víctimas y excombatientes. Este resultado se puede atribuir al mismo carácter conservador de las pymes maduras y de sus propietarios. Contrariamente, cuando aumenta el número de empleados, aumenta también la probabilidad de participar en prácticas inmersas en el posconflicto.
5. Conclusiones
En el contexto colombiano, bajo la firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia con las FARC, las empresas han asumido roles para la participación en el posconflicto (Rettberg et al., 2018). Dentro de los roles asumidos, las organizaciones promueven la generación de empleo y apoyo a emprendimientos de actores del proceso. Las pymes han iniciado su participación en los procesos de paz a través de prácticas de RSE; sin embargo, aún falta formalización y maduración de estos procesos, para permitir su consolidación, también se evidencia la falta de conocimiento de algunas empresas sobre cómo pueden aportar a la consolidación de la paz. Esto puede deberse a que en el contexto de las pymes en Colombia su principal preocupación es sostenerse en el mercado y sobrevivir; por lo tanto, su principal esfuerzo se orienta al sostenimiento económico. En este sentido, esta investigación tuvo como objetivo general identificar el efecto de la RSE desde las dimensiones económica, ético-legal y filantrópica de las pymes colombianas sobre prácticas empresariales inmersas en el posconflicto, como lo son la vinculación y el apoyo a emprendimientos de víctimas y excombatientes.
Para el cumplimiento de este objetivo general se identifican y caracterizan las pymes en Colombia, a partir de esto, se concluye que son principalmente maduras frente a sus años de funcionamiento, son medianas, están lideradas principalmente por hombres y pertenecen al sector de servicios. Posteriormente, se trató de establecer si las pymes han desarrollado prácticas de RSE; los resultados revelan que las prácticas que más ejercen son las asociadas con la dimensión económica, seguidas por las de la dimensión ético-legal y, finalmente, las filantrópicas. Lo anterior indica que las pymes han formalizado sus políticas y prácticas de RSE y, aunque el promedio de su valoración está en 4 (en escala de 1 a 7), también implica que aún hay un camino por recorrer y fortalecer en estos procesos. Se espera que estas prácticas de RSE fortalezcan los procesos de consolidación de paz y aporten a las prácticas empresariales en el posconflicto.
Así, en tercer lugar, se pretendía identificar si las pymes desarrollan prácticas de posconflicto, ante lo que se encontró que las pymes tienen más probabilidad de apoyar prácticas enfocadas a víctimas que a excombatientes, y que prefieren el apoyo a emprendimientos que la generación de empleo. Finalmente, se estudió el efecto de las dimensiones de RSE sobre el posconflicto (variable construida por vinculación y apoyo a emprendimientos a víctimas y excombatientes); se encontró que las dimensiones filantrópica y económica afectan positivamente la vinculación y el apoyo a emprendimientos de víctimas y excombatientes, mientras que la dimensión ético-legal tiene una relación inversa. Por lo tanto, las hipótesis H1 y H2 son aceptadas, mientras que la H3 no se acepta. Lo anterior indica que, a medida que las empresas aplican prácticas de RSE pensando en comprender la expectativa de ser rentables y satisfacer las normas sociales, existirá mayor probabilidad de vincular o apoyar emprendimientos a víctimas o excombatientes. Sin embargo, cuando la pyme implemente RSE pensando en la alineación de su comportamiento ético a las normas, la probabilidad de vincular o apoyar a estos actores es menor.
Es importante resaltar que las pymes, pese a sus problemáticas contextuales y organizacionales, sí realizan prácticas de RSE y están interesadas en apoyar el periodo de posconflicto colombiano. Además, cuando existen prácticas responsables fortalecidas a través del tiempo, se tiene una mayor disposición para apoyar actividades en el marco del posconflicto. También, se evidencia que prácticas filantró-picas como donaciones, creación de fundaciones y apoyo a eventos de la comunidad son más efectivas para el apoyo a actores del conflicto y al mismo tiempo generan menos riesgos de gestión. Sin embargo, esto deja un marco de acción de la RSE demasiado simple, pues estas actividades no se encuentran dentro de un marco estratégico de las pymes.
La RSE contiene prácticas que a nivel general son rentables para la organización, sin embargo, al ver la asociación con actores del conflicto, esa condición no toma fuerza. Es evidente que, sin las alianzas e interés de participación, la RSE en contextos de reconstrucción posbélica se torna extremadamente compleja (Prandi y Lozano, 2010). Así, resulta más complejo el reconocer que las empresas que promueven la RSE ético-legal no tienen interés en participar en este tipo de prácticas de paz, pues se vuelve difícil reconocer que esta es una acción responsable cuando aún existen vacíos de toda índole frente a estos actores.
Los resultados muestran que aún se tiene temor de los excombatientes como fuente de trabajo y todavía no se considera a las víctimas como posibles empleados de manera plena, pues, como se evidencia, la probabilidad del ejercicio de estas prácticas aún es medianamente considerada (Jiménez, 2014; Rettberg et al., 2018). De igual forma, todavía se espera una orientación por parte del Estado, ya que no existe un derrotero claro de estas prácticas, pese a contar con las guías de cómo construir paz desde las empresas, dadas por la Cámara de Comercio de Bogotá y la Fundación Ideas para la Paz (2015), la Fundación Ideas para la Paz (2015) y Guáqueta (2006). En este sentido, las pymes no están totalmente preparadas para el posconflicto y hay incertidumbre por parte de directivos de empresas respecto a su rol y el del Estado en la incorporación a la vida laboral activa de las víctimas y excombatientes (García et al., 2018).
Un aporte de esta investigación está centrado en la promoción de políticas responsables en el contexto colombiano, que motiven a los empresarios de las pymes a realizar más actividades de RSE para que, así, se facilite su aporte a la superación del conflicto. Sin una política definida, con la que el empresario pueda impactar a su comunidad, se hace imposible promover un entorno de paz y aportar en el posconflicto colombiano. Igualmente, esta investigación permite vislumbrar la manera en la que las organizaciones colombianas, especialmente las pymes, pueden crear una filosofía del posconflicto, y esto se logra a través de la RSE, insertándola dentro de la misión empresarial y sus actividades cotidianas (García et al., 2018). De esta forma, solo si existe un ejercicio de prácticas responsables, se mejoran las condiciones para contribuir a que la etapa del posconflicto alcance un importante grado de éxito. En resumen, la vinculación laboral y el apoyo de emprendimiento son condiciones necesarias para el posconflicto; gracias a ellas se puede evitar la aparición de nuevos conflictos, y en esto el sector privado cumple un papel fundamental y de gran responsabilidad (Buitrago et al., 2015).
El aporte de esta investigación a las temáticas de la RSE se centra en la necesidad de este tipo de prácticas o actividades cuando los países se encuentran en contextos complejos, como lo son la guerra y el posconflicto, pues la RSE se convierte en un elemento básico del actuar empresarial en el que se logra contribuir a crear un mejor contexto cuando las empresas le aportan a su comunidad. Ahora bien, también es importante reconocer que la RSE es una necesidad clara de las pymes, especialmente en países en donde la economía depende de ellas, como lo es el caso de Colombia, por lo que se deben crear mecanismos para que estas organizaciones participen de su contexto. Los estudios del RSE facilitan una mejor comprensión de dicho fenómeno.
Dentro de las limitaciones de esta investigación se encuentra el desconocimiento del grado de formalización de la RSE y de las prácticas enfocadas en el posconflicto. Además, existen otras prácticas de posconflicto y roles del sector privado que en futuras investigaciones deben ser considerados. A nivel metodológico, es importante señalar que el cuestionario solo fue contestado por el propietario/ dueño de la pyme, por lo que es la percepción de ellos frente a las prácticas de RSE que ejercen. Se debe tener cuidado de no generalizar los resultados de esta investigación, ya que el tipo de muestreo hace que solo se evalúe a los gerentes de las tres principales ciudades colombianas, ciudades donde no se concentran los actores involucrados en la paz. En esta misma línea, se debe reconocer que, al momento de contestar las preguntas del posconflicto, los empresarios señalan que es un tema sensible, por consiguiente, sus respuestas pueden estar condicionadas.
Investigaciones futuras deben considerar otros elementos que influyen en la decisión de apoyar prácticas de posconflicto, como lo son el capital con el que cuentan, la percepción que se tiene en general del proceso, el conocimiento del proceso, el impacto que esto genera a las organizaciones y las garantías de participación. Dentro de los resultados de esta investigación, también queda en el aire la postura política del empresariado colombiano frente a los roles que debe asumir en el posconflicto, especialmente empresarios de las pymes, en donde el nivel de formalización y conocimiento es menor, ya que finalmente el apoyo a este tipo de iniciativas se promueve por la RSE, pero también tienen un derrotero político interesante.