1. Introducción
La connotación del espíritu empresarial como motor del crecimiento económico, el desarrollo y la generación de empleo ha captado la atención de numerosos investigadores y hacedores de política, a tal punto que el estudio de los elementos que influyen en la intención empresarial (IE) es un prominente campo de investigación empírica. En consideración, el emprendimiento se ha convertido en un fenómeno global, de hecho, este término está relacionado con la creación de valor y, como tal, tiene un impacto significativo en el crecimiento económico, la renovación continua de los negocios y el empleo (Sumathi, Ahamed y Karthikeyan, 2018).
En particular, la IE en jóvenes ha suscitado un elevado interés como mecanismo para aliviar el desempleo juvenil y la construcción de un ecosistema de innovación. De esta forma, las intenciones vocacionales de los jóvenes dependen de su sociedad y de sus antecedentes sociodemográficos (Setti, 2017), entre otros factores; no obstante, si bien la importancia de un contexto de apoyo para el emprendimiento es ampliamente reconocida, sus antecedentes rara vez son investigados (Bergmann, Geissler, Hundt y Grave, 2018).
En esta línea, aunque no existe consenso sobre los factores clave que impactan la IE en jóvenes, la masa crítica de investigaciones sobre el fenómeno en cuestión ha centrado la atención en el análisis de las normas sociales, los comportamientos conductuales y las actitudes, sin embargo, algunos estudios recientes han empezado a incluir nuevos enfoques metodológicos y teóricos con el propósito de profundizar en los elementos que definen la vocación emprendedora de los jóvenes (Iwu, Ezeuduji, Eresia y Tengeh, 2016; Silveira, Cabeza y Fernández, 2016). Dado lo anterior, el presente trabajo contribuye a la investigación sobre IE en jóvenes y tiene como propósito deducir las probabilidades de los estudiantes de Maestría en Administración (MBA, por su sigla en inglés) en Colombia de convertirse en empresarios bajo unos contextos institucionales específicos.
Por otra parte, la concepción de emprendimiento en la literatura no es unívoca y difiere de acuerdo con los mo delos teóricos. Al respecto, el marco conceptual del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) deriva de la suposición básica según la cual el emprendimiento “es el resultado de las capacidades personales de los individuos para identificar y aprovechar las oportunidades y que este proceso se ve afectado por factores ambientales que influyen en las decisiones (de los individuos) de emprender iniciativas empresariales” (Global Entrepreneurship Research Association, 2017, p.14). A nivel internacional, Colombia ocupa el sexto puesto entre los países con mayor IE, superado solo por Ecuador, El Salvador, Panamá, Perú y México (Álvarez, Martins y López, 2017).
En esta línea, el Global University Entrepreneurial Spirit Student´s Survey (GUESSS) es el estudio más completo a nivel global sobre la intención y actividades emprendedoras de los estudiantes universitarios de pregrado y postgrado. Surgió en 2003 en la Universidad de St. Gallen (Suiza). Ac tualmente, participan alrededor de 123 mil estudiantes de 1000 universidades pertenecientes a 50 países. En Colombia, participan estudiantes de 10 universidades con sede en las ciudades de: Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín (Álvarez et al., 2017).
El GUESSS identificó que la IE, la aceptación y el apoyo a los emprendedores en Colombia es mayor que a nivel mundial, con mayor peso en áreas del conocimiento como Ciencias Naturales y Medicina, y Ciencias Administrativas. Adicionalmente, a pesar del ambiente familiar que promueve el emprendimiento, no genera un comportamiento fuerte de los estudiantes para suceder a los padres en sus empresas.
En cuanto a la metodología de este trabajo, se diseñó un instrumento de recolección de información que se aplicó a 485 estudiantes de 36 programas de MBA en Colombia distribuidos en 14 ciudades del país. La información recopilada se analizó a través de métodos estadísticos descriptivos e inferenciales, empleando esencialmente un modelo de regresión logística binaria para la estimación de probabilidades.
2. Revisión de literatura e hipótesis de investigación
En el estudio de la IE es prominente una difusión importante de la Teoría de Comportamiento Planificado de Azjen; sin embrago, otras teorías han empezado a utilizarse en el estudio del tema en mención. Entre otras, se destaca la teoría de la carrera social cognitiva (Dehghanpour, 2015), la teoría de la motivación, la oportunidad y la capacidad (García, Gil, Ruiz y Gutiérrez, 2017), de la atracción-selección-desgaste (Hsu, Shinnar, Powell y Coffey, 2017), de la fase de la acción (Van Gelderen, Kautonen, Wincent y Biniari, 2017), del razonamiento conductual (Miralles, Giones y Gozun, 2017), de la adaptabilidad cognitiva (Botha y Bignotti, 2017), del rol social (Tsai, Chang y Peng, 2016), de la identidad social (Sieger, Gruber, Fauchart y Zellweger, 2016) y de la carrera social cognitiva (Wang, Wang y Chen, 2017; Liguori, Bendickson y McDowell, 2018).
Expuesto lo anterior, el papel de la iniciativa empresarial ha cambiado para incluir cuestiones más allá del crecimiento económico (Vuorio, Puumalainen y Fellnhofer, 2018); de esta forma, de acuerdo con Serrano, Pérez, Palma y López (2016), conjuntamente con el desarrollo de modelos explicativos de la IE, se puede avanzar en el análisis de factores individuales en las fases del proceso em prendedor. Así, para Koe, Sa’ari, Majid y Ismail (2012), los determinantes de la IE varían entre culturas y países; de hecho, aunque existen diversos modelos que analizan los factores motivacionales de IE, “dos parecen tener mayor adhesión e importancia entre los investigadores” (Popescu, Maxim y Diaconu, 2014, p.371); en concreto, la Teoría del Comportamiento Planificado de Ajzen y el Modelo de Evento Empresarial desarrollado por Shapero y Sokol (Ajzen, 1991; Shapero y Sokol, 1982).
Por demás, la ampliación del espectro sobre los aspectos que inciden en la IE más allá de la dimensión económica ha implicado la consideración de “factores no racionales, no utilitarios, políticos y altruistas” (Dehghanpour, 2015, p.455), y por ende, a la adopción de perspectivas cognitivas. Puntualmente, este tipo de análisis ha explorado el papel del contexto social como las redes sociales, los factores histórico-culturales, los roles de género, la clase social, la moral, la fe religiosa y la etnicidad en el comportamiento empresarial (Ruef y Lounsbury, 2007). En referencia, la perspectiva sociológica es fundamental en el análisis de la IE en tanto que permite entender cuándo, cómo y porqué el fenómeno ocurre (Welter, 2011, p.165).
Aparte del rol cognitivo en el desarrollo de las iniciativas empresariales, un marco teórico relativamente nuevo contempla factores demográficos e institucionales que influyen en la decisión de los individuos. Así, de acuerdo con Campbell y Mitchell (2012) las instituciones sociales afectan las opciones de las personas y, en particular, en el contexto del espíritu empresarial, pueden afectar la percepción de oportunidades y la intensidad del comportamiento empresarial. A propósito de la incidencia de los factores en mención, los hallazgos en referencia están documentados en estudios como los de Evald, Klyver y Christensen (2011); Volchek, Jantunen, & Saarenketo, 2013; Valdez y Richardson (2013); Sambharya y Musteen (2014), respectivamente.
A la luz del planteamiento anterior se deriva que un amplio conjunto de factores se ha documentado como determinantes de la IE en jóvenes; al respecto, estos factores pueden ser vistos desde una dimensión personal, demográfica y sicológica. Así, Ismail, Khalid, Othman, Jusoff, Abdul Rahman, Mohammed y Shekh (2009), señalan que, al margen de los rasgos de personalidad, existe evidencia de variables de diferencia individual para predecir la IE; en esta línea, Fatoki (2014) enuncia los factores demográficos que transgreden la IE; a saber, la edad, el género, la educación, la experiencia laboral y los modelos de conducta. Expuesto lo anterior, en este manuscrito se analiza la incidencia de los factores sociodemográficos y familiares sobre las iniciativas empresariales de los estudiantes de MBA en Colombia.
2.1. Edad
p>De acuerdo con Haddad (2017), el efecto de la edad sobre la IE es un área poco explorada en la investigación empresarial, no obstante, la literatura es consistente en asentir cambios en las perspectivas empresariales de las personas a lo largo del ciclo vital (Botha y Bignotti, 2017). En particular, se han documentado resultados mixtos en el propósito de estimar relaciones causales de la edad sobre la IE; de esta manera, el estudio de Gielnik, Zacher y Wang (2018) encuentra que las personas jóvenes tienen mayores probabilidades de desarrollar IE y además denotan la relevancia del momento en el proceso emprendedor para entender el papel de la edad en el emprendimiento. Hallazgos en esta línea se encuentran en Tsai et al. (2016), quienes estiman una relación inversa entre la edad y la IE. Bohlmann, Rauch y Zacher (2017) muestran que la edad se relaciona negativamente con la actividad emprendedora, y que las oportunidades percibidas y las habilidades para el emprendimiento median en esta relación.Por otra parte, una masa crítica de investigaciones ha documentado resultados mixtos en el sentido de estimar diferentes patrones de IE sobre distintos momentos del ciclo vital. En este grupo se destaca el estudio de Miralles et al. (2017) quienes concluyen que los efectos marginales de la edad sobre la IE se modifican para cada cohorte. En hallazgos afines, Thorgren, Sirén, Nordström y Wincent (2016) encuentran que el efecto de la edad para iniciar un emprendimiento muestra una relación en forma de U invertida entre la edad y el inicio de la empresa. En esta línea, Minola, Criaco y Obschonka (2016) concluyen que los rasgos de personalidad, las creencias, la incertidumbre, el riesgo, la proactividad, los objetivos desafiantes y la creatividad muestran una tendencia; esto es, un aumento en la edad adulta, un pico en la edad adulta media y un fuerte declive hacia la adultez tardía.
Finalmente, otro grupo de investigaciones no ha esti mado relación causal entre la edad y la IE; por ejemplo, Ahmed, Chandran y Klobas (2017) en su investigación no encuentran relación estadística entre las variables de interés. Similares resultados se encuentran en el trabajo de Iwu et al. (2016). En virtud de lo expuesto, esta investigación contribuye al análisis del rol de la edad en el proceso empresarial denotando la hipótesis 1. En consideración con el inciso precedente, el umbral de 30 años se ha definido en función de la distribución de las frecuencias de las edades para la muestra analizada.
2.2. Género
Son diversas las investigaciones que han evidenciado relación estadísticamente significativa entre el género y la IE; de hecho, según Liñán y Fayolle (2015), las diferencias de género constituyen el tema individual de investigación más recurrente en el estudio de la IE. En este sentido, la literatura ha denotado un hecho consensuado: los hombres han desarrollado mayores probabilidades de desarrollar IE (Zhang, Duysters y Cloodt, 2014; Martínez y Campos, 2014; Bergmann et al., 2018; Lechner et al., 2018). Sobre este fenómeno, Miranda, Chamorro, Rubio y Pérez (2017) han acotado que el menor comportamiento empresarial feme nino no se debe a la ausencia de los factores determinantes de la IE si no a la existencia de barreras implícitas para las mujeres que influyen sobre sus planes empresariales.
En particular, Afandi y Kermani (2015) estiman que las diferencias tanto en las características individuales como en las del país favorecen en gran medida a los hombres. En línea con estos resultados, Muñoz, Rodríguez y Santos (2016) concluyen que las mujeres son menos propensas en el desarrollo de IE. En continuidad, Ahmed et al. (2017), si bien demuestran la ausencia de diferencias estadística mente significativas entre las variables sociodemográficas y la IE, concluyen que las mujeres en particular y las mujeres sin experiencia laboral en menor medida, egresaron de los programas de educación empresarial con beneficios percibidos más bajos, particularmente en términos de inspiración y un control percibido un poco más débil para el emprendimiento, en comparación con los hombres y graduados con alguna experiencia.
A priori, Maes, Leroy y Sels (2014) contribuyen a la explicación de las diferencias de género sobre la IE; de esta forma concluyen que el disentimiento se explica por las diferencias en el nivel cognitivo, personal y contextual. Nuevas explicaciones las documentan Cabrera y Mauricio (2017), quienes evidencian que los factores que afectan el éxito del emprendimiento femenino son el capital humano, la experiencia y la adquisición de recursos. Expuestas las anteriores contribuciones, la presente investigación adhiere a la masa crítica en torno a la incidencia del género en la IE para el desarrollo de la hipótesis 2.
2.3. Experiencia laboral
En relación con la experiencia laboral, la literatura es consistente en la definición de una orientación hacia la iniciativa empresarial de aquellos individuos con experticia en alguna actividad empresarial. En virtud del planteamiento anterior, la literatura es amplia en su documentación sobre el papel de la experiencia laboral (familiar empresarial o por cuenta propia) sobre las iniciativas empresariales en diferentes grupos poblacionales.
En principio, Nabi y Holden (2008) aducen que la experiencia laboral permite canalizar los años de vida en el sector empresarial en un negocio propio. En continuidad, Davey, Plewa y Struwig (2011) denotan que los individuos con experiencia en el sector privado desarrollan mayor interés en el empleo por cuenta propia; así mismo, Devonish, Alleyne, Soverall, Marshall y Pounder (2010) concluyen que la experiencia empresarial de una persona y, en consecuencia, su experticia en los negocios, los modelos de conducta y las redes, influyen de forma positiva para convertirse en empresario. Asimismo, Beeka y Rimmington (2011) evidencian que los estudiantes con algún tipo de experiencia, sea en el sector privado, en un negocio familiar o por cuenta propia, expresan mayor inclinación hacia la IE.
En continuidad, Miranda, Chamorro y Rubio (2017) estiman una relación estadísticamente significativa entre la IE y la experiencia. Por su parte, Yi (2017) concluye que la calidad de la experiencia puede aumentar la conveniencia y la viabilidad empresarial de los estudiantes promoviendo así su IE. En otros estudios recientes (Martínez y Campos, 2014; Martínez, 2016; Tarapuez et al., 2018) se documenta el papel positivo que desempeña la experiencia empresarial de una persona en su probabilidad de convertirse en empresario. En la presente investigación se ha definido el umbral de la hipótesis 3 de acuerdo a la distribución de frecuencias de las observaciones para el grupo de estudiantes analizados; adicionalmente, la hipótesis es consistente con los hallazgos de investigaciones afines.
2.4. Redes de contacto
En referencia con la presencia de amigos y conocidos cercanos empresarios, Dehghanpour (2015) sostiene que la cercanía con otros emprendedores genera una relación fuerte con la actividad emprendedora. En general, los hallazgos empíricos demuestran que la conveniencia percibida del emprendimiento, en relación con los principales grupos de referencia de los estudiantes (familia y amigos), influye en su IE (Langer, Alfirević, Pavičić y Krneta, 2016) para iniciar un nuevo negocio en los próximos dos o tres años (Popescu et al., 2014); consideraciones similares también son documentadas por Tarapuez et al. (2018).
De otra parte, Preisendoerfer, Bitz y Bezuidenhout (2014) sostienen que tener un amigo empresario es un predictor significativo de la actividad emprendedora. Desde otro punto de vista, Loi (2018) expone que tener amigos empresarios mejora el control conductual percibido, la autoeficacia empresarial y la capacidad de inicio de un negocio; adicionalmente, Kilonzo y Nyambegera (2014) concluyen que las normas subjetivas, medidas por la aprobación de los amigos para iniciar un negocio, constituyen la relación más importante de la IE.
2.5. Factores familiares
La literatura disponible señala que la presencia de prototipos dentro de la familia o del círculo cercano de los estudiantes, influye fuertemente en su IE (Saeed, Muffatto y Yousafzai, 2014; Campopiano, Minola y Sainaghi, 2016; Haddad; 2017; Echeverri, Valencia, Benjumea y Toro, 2018). En esta perspectiva, la familia actúa como una institución fundamental que fomenta el emprendimiento, tanto a través de la provisión de capital social (Campopiano et al., 2016; Liguori et al., 2018), como en el fomento de las actitudes y el apoyo emocional que refuerza las habilidades para el emprendimiento (Edelman, Manolova, Shirokova y Tsukanova, 2016).
De otra parte, algunos estudios encuentran que la cohesión familiar aumenta las expectativas de ingresos esperados, mientras que el miedo de los sucesores al fracaso y la participación del capital familiar en la empresa disminuyen las expectativas de dichos ingresos (Zellweger, Richards, Sieger y Patel, 2016). A pesar de lo anterior, otros trabajos encuentran que los estudiantes con antecedentes de familiares empresarios son pesimistas sobre el control de una carrera empresarial, pero optimistas sobre su eficacia para seguirla.
De esta forma, las investigaciones que han documentado la influencia intergeneracional sobre la IE son consecuentes en la asunción sobre el mecanismo que supone la experiencia empresarial familiar en referencia con las intenciones e iniciativas empresariales; de la consideración precedente, se desprende la hipótesis 5.
2.6. Roles parentales
El apoyo de los padres en el emprendimiento afecta las intenciones de la carrera empresarial de los hijos. Aunque dicho apoyo mejora la conveniencia y viabilidad empresarial percibida de la descendencia debido a los mecanismos de exposición, inhibe la traducción de la deseabilidad y las percepciones de viabilidad en las intenciones de carrera empresarial debido a los mecanismos ascendentes de comparación social (Criaco, Sieger, Wennberg, Chirico y Minola, 2017).
En esta línea, diversas investigaciones han acotado que tener padres empresarios constituye una relación importante con la IE (Kilonzo y Nyambegera, 2014; Saeed et al., 2014; Pouratashi, 2015; Foo, Knockaert, Chan y Erikson, 2016). Hallazgos similares son documentados por Wang et al. (2017), quienes concluyen que las recompensas empresariales percibidas de los padres se relacionan positivamente con la IE y que ésta se relaciona parcialmente con la autoeficacia empresarial; también, Morales, Pablo y Vargas (2016) evidencian que los padres que poseen un negocio fomentan en sus hijos la IE y las actitudes relacionadas.
Así las cosas, si bien la literatura muestra una relación causal entre la IE y el modelo parental, la exposición a los modelos de roles de los padres tiene una influencia significativamente más favorable en la actitud hacia el emprendimiento en las mujeres que en los hombres (Entrialgo y Iglesias, 2017). Hallazgos contrapuestos los evidencian Hatak, Harms y Fink (2015), quienes exponen que contar con padres emprendedores parece no tener impacto en la IE. La hipótesis planteada en el estudio es consistente con los hallazgos de la gran masa de investigaciones que han documentado el efecto de los roles parentales sobre la IE.
3. Metodología
La investigación asume la incidencia multidimensional de diversos factores sobre la IE de los estudiantes de MBA en Colombia. A este respecto, se precisaron procedimientos prácticos con la población objeto y, en consecuencia, la información relevante de la familia y los factores sociode mográficos se recopilaron triangulando variables dispuestas en el instrumento de recolección de información. En consideración, se establece la pertinencia del método de investigación mixto, considerando la recolección, análisis y vinculación de datos cualitativos, para el alcance de una perspectiva integral del objeto de investigación.
En este sentido, el estudio se realiza con los estudiantes de los programas presenciales de MBA en Colombia; de un total de 54 maestrías ubicadas en 15 ciudades del país en 2016, se obtuvo información de los estudiantes de 36 programas ubicados en 14 ciudades. La información fue reco lectada durante el primer semestre de 2016 a través de la página www.encuestafacil.com; en total se obtuvieron 532 encuestas de las cuales 485 fueron válidas (tabla 1).
En referencia con el análisis de los datos, la investigación expone dos modelos definidos para cada grupo de factores. De esta manera se aborda la IE como variable dependiente y la relaciona por una parte con regresores como: género, presencia de amigos empresarios, experiencia laboral y edad de los encuestados, que constituyen el grupo de fac tores personales.
De otro modo, se estiman los cambios marginales en el Logit para el grupo de variables relacionadas con la estructura familiar del estudiante; entre ellas, la presencia de familiares empresarios, la ocupación del padre, la ocupación de la madre y la formación académica de los mismos. Para los fines propuestos se emplean técnicas de estadística inferencial a través de un modelo Logit, que es definido dado que los coeficientes de regresión expresan el cambio en el logaritmo de las probabilidades, cuando una de las variables explicativas cambia en una unidad, permaneciendo constantes las demás.
4. Resultados
Los resultados obtenidos se encuentran sintetizados en las tablas 2 a 5. Adicionalmente, se estiman Curvas ROC (Receiver Operating Characteristic) para especificar la capacidad predictiva de los modelos; en este sentido, el área bajo la curva ROC es interpretada como la probabilidad de que, ante un par de individuos, uno con IE y otro sin IE, la prueba los clasifique correctamente. Fundamentalmente, se relacionan los estadísticos de ajuste y validación del modelo y a continuación, se enlazan con los análisis marginales respecto a los cambios en las variables explicativas para cada grupo de análisis.
El primer paso en el análisis de los datos corresponde a la interpretación de los estadísticos para el grupo de factores personales (tabla 2). Por lo tanto, la razón de verosimilitud Chi2 (61,96) indica que las variables edad, sexo, amigos empresarios y experiencia laboral son conjuntamente significativos para explicar la motivación hacia la IE en los estudiantes de MBA en Colombia. Segundo, el valor del Chi2 (Prob > 0,000) otorga evidencia estadística para rechazar las hipótesis de coeficientes iguales a cero en los factores demográficos.
De otra parte, la razón de verosimilitud Chi2 (45,65) (tabla 3) para los componentes familiares expresa que las variables familiar empresario y tener padres empresarios son estadísticamente significativas en el modelo, lo anterior implica rechazar hipótesis de coeficientes iguales a cero; no obstante, el p-valor muestra que la formación académica del padre (universitario) y la madre (universitario) presentan probabilidades del 21% y 29%, respectivamente, de tener coeficientes iguales a cero; es decir, no son estadísticamente significativas. Al respecto, las variables se sostienen en los modelos respaldados por la evidencia teórica.
En complemento con los valores correctamente clasificados, la curva ROC (figura 1) muestra la exactitud de la prueba, relacionando la especificidad y sensibilidad del modelo; por lo tanto, la curva contrasta la probabilidad de clasificar correctamente a un estudiante de maestría con IE dados unos regresores frente a uno cuyo estado es definido como negativo. En síntesis, la curva ROC proporciona una representación global de la exactitud del modelo; así, dada el área bajo la curva ROC, el modelo para el grupo de factores demográficos está en capacidad de discernir en un 69% entre los estudiantes con (y sin) IE.
De otra parte, el área bajo la curva estimada en la figura 2 exhibe para el grupo de factores familiares un ajustamiento del 67%. Lo anterior permite aducir una mayor capacidad explicativa del modelo en el grupo de factores demográficos.
A continuación, en las tablas 4 y 5, se realiza la interpre tación de los modelos a través del análisis de los cambios marginales en las variables explicativas. En el caso del Logit, los coeficientes miden la variación en la variable estimada dado un cambio unitario en los regresores definidos.
y = Pr (Inte) (Predecir); y = 0,34275652
*Variables estadísticamente significativas con nivel de confianza del 95%.
Fuente: elaboración propia.
y = Pr (Inte) (Predecir); y = 0,34462138
*Variables estadísticamente significativas con nivel de confianza del 95%.
Fuente: elaboración propia.
De acuerdo con los estadísticos, la probabilidad asociada a que un estudiante de MBA en Colombia de género masculino, menor de 30 años, con un amigo empresario y familiar empresario y a su vez, con menos de 10 años de experiencia laboral, desarrolle intención para emprender es del 34%.
De otra parte, en un rango de edad menor a los 30 años, la probabilidad de sentir estímulos para emprender aumenta en 13 puntos porcentuales; así, no existe evidencia estadística para rechazar la hipótesis 2. No obstante, en relación con la muestra analizada, la restricción de rango en la variable de edad podría haber disminuido artificialmente la correlación observada en este estudio.
Respecto a la presencia de amigos empresarios en un círculo cercano, los resultados de la investigación responden a la evidencia empírica en torno a la IE. En particular, el cambio marginal en el regresor ejemplifica que por cada amigo empresario adicional, las probabilidades vinculadas con la IE del estudiante de MBA incrementan en 23%. Finalmente, si el estudiante de MBA tiene menos de 10 años de experiencia laboral, su probabilidad de sentir estímulo para emprender disminuye en 16%.
Respecto al análisis del grupo de factores familiares (tabla 5), los hallazgos del estudio muestran asociación po sitiva entre la presencia de familiares empresarios y la IE de los estudiantes de MBA. Por otra parte, los estadísticos estimados revelan que el rol parental desde la formación de los padres no es estadísticamente significativo para explicar la IE en el caso de los estudiantes de MBA en Colombia. De esta manera, en el caso de tener padre con estudios universitarios, las probabilidades de desarrollar IE son del 7%; en la misma línea, aunque con menores probabilidades, el estudiante de MBA con madre cuyo nivel académico más alto corresponde al pregrado, disminuye sus probabi lidades de desarrollar IE en un 6%.
5. Discusión
En principio, de acuerdo con Brush y Cooper (2012), es más probable que las mujeres de las economías desarro lladas sientan estímulos por las iniciativas empresariales por motivos de oportunidad; en contraste, las mujeres de las economías emergentes estarían motivadas por la ne cesidad. En esta línea, Santos, Caetano y Curral (2014), muestran que la formación de intenciones empresariales es similar para hombres y mujeres. Expuesto lo anterior, en el caso de los estudiantes de MBA, el ser mujer disminuye las probabilidades de desarrollar IE. En contraste, Robichaud, McGraw, Cachon, Bolton, Codina, Eccius-Wellmann y Walsh (2013), concluyen que las mujeres presentan a lo largo de su ciclo vital diferentes comportamientos y motivos para emprender; en tanto que para Tarapuez et al. (2018), el género no tiene influencia en la IE.
En discusión con los resultados documentados en el contraste entre edad e IE, las estimaciones reafirman las consideraciones de Kuratko (2007) quien expone que en los Estados Unidos más del 60% de los jóvenes de 18 a 29 años informan que quieren tener sus propios negocios; en esta línea siguen los hallazgos de Sequeira, Mueller y Mcgee (2007), quienes encuentran una asociación significativamente positiva entre la IE y la edad; adicionalmente, Sahut, Gharbi y Mili (2015) estiman una relación negativa entre la edad y la IE.
Finalmente, Schwarz, Wdowiak, Almer y Breitenecker (2009) hallan en su investigación un efecto positivo para la edad y un efecto negativo para el término cuadrado de la edad en su modelo; es decir, se observó una relación cóncava con la IE disminuyendo bruscamente después de los 35 años. Así las cosas, la investigación es consistente con los hallazgos de Tornikoski, Kautonen y Le Loarne (2012) y Sahut et al. (2015), quienes estiman una relación lineal negativa entre la edad e IE.
Por otra parte, en comparación con investigaciones afines, los hallazgos de este trabajo respaldan los resul tados de Van Gelderen, Sayers y Keen (2008), quienes estiman que los estudiantes que tienen familiares y amigos emprendedores reafirman una norma social positiva con respecto a la iniciativa empresarial. En esta línea, Koe et al. (2012) valoran la relación positiva entre la presencia de amigos empresarios y la iniciativa empresarial entre jóvenes de la generación de los milenials. En contraste, los hallazgos de esta investigación se anteponen a las evaluaciones de Peng, Lu y Kang (2012), quienes concluyen que los factores fundamentales de la familia como el espíritu emprendedor de los abuelos, padres, parientes y amigos no tienen un impacto significativo en la actitud emprendedora. Así mismo, la hipótesis de Peng et al. (2012) está vinculada con los hallazgos de Liñán y Santos (2007), quienes evidencian baja correlación entre poseer un amigo empresario y desarrollar IE.
Dados los hallazgos de esta investigación, es vasta la literatura que reafirma la relación positiva entre la experiencia laboral y la IE. Puntualmente, Peterman y Kennedy (2003) encuentran una relación positiva entre experiencia laboral en un ambiente de negocios pequeños y actitudes hacia el emprendimiento. En referencia, Fatoki (2014) enfoca su investigación en el estudio de la educación empresarial y la experiencia laboral previa como factores sociodemográficos e individuales y su relación con la iniciativa empresarial. En contraste, los resultados divergen de los hallazgos de Ooi y Ahmad (2012), quienes no encuentran diferencias significativas entre tener o no experiencia laboral sobre la IE en un estudio que examina las percepciones, motivaciones, obstáculos y desafíos que enfrentan los universitarios.
A propósito de la relación estadísticamente significativa que documenta el presente trabajo, siguiendo a Chlosta, Patzelt, Klein y Dormann (2012), las familias son una fuente de influencia en las elecciones de carrera, el desarrollo personal, la orientación a los objetivos, la personalidad y la motivación para convertirse en emprendedores. En este sentido, Mungai y Velamuri (2011) encuentran que la transferencia de conocimiento y experiencia puede tener lugar por exposición, en la cual los padres que trabajan por cuenta propia actúan como modelos a seguir para sus hijos.
En discusión con este análisis, Ozaralli y Rivenburgh (2016) y Liñán, Rodríguez y Rueda (2005), estiman una relación positiva entre el rol parental y la IE. Desde otro enfoque, el estudiante cuyo padre es empresario tiene probabilidades asociadas a desarrollar IE en un 13%; en el caso de la madre empresaria, las probabilidades son 5 puntos porcentuales mayores. Coherente con estos resultados, Lin, Hsu y Liang (2014) concluyen que la posesión de negocios familiares está asociada de forma positiva con la IE en cada país. En esta línea, las investigaciones de Laspita, Breugst, Heblich, Patzelt (2012) y Oren, Caduri y Tziner (2013), muestran la existencia de una correlación positiva entre la ocupación empresarial parental y la probabilidad de que sus hijos también lleguen a serlo.
En relación con lo anterior, en el caso de los estudiantes de MBA se confirma la importancia de la tradición familiar empresarial en la explicación de la IE. Este hallazgo está en consonancia con los resultados de Altinay, Madanoglu, Daniele y Lashley (2012), quienes estiman consideraciones similares entre los estudiantes del Reino Unido. Así mismo es afín con el estudio de Gurel, Altinay y Daniele (2010).
Desde otra perspectiva, la investigación respalda los hallazgos de Misoska, Dimitrova y Mrsik (2016), quienes en un estudio sobre IE entre estudiantes de las escuelas de negocios en Macedonia y Eslovenia encuentran que la mayoría de las personas analizadas que tenían experiencia en un plan de negocio familiar están cerca de establecer un negocio en un futuro próximo o ya dirigen uno. Finalmente, Wang y Wong (2004) observaron que género, experiencia empresarial familiar y nivel de educación, constituyen tres factores de fondo que afectan significativamente los intere ses en el inicio de su propio negocio.