Asimetrías de información entre agente y principal de las universidades chilenas1
FRANCISCO GANGA CONTRERAS, Ph.D.*1, JUAN FELIX BUROTTO, Lic.2
1Académico, Universidad de Los Lagos, Chile fganga@ulagos.cl
Académico, Universidad de Los Lagos, Chile jburotto@ulagos.cl
* Autor para correspondencia. Dirigir a: Campus Santiago, Universidad de Los Lagos, República Nº 517, Santiago de Chile, Chile.
RESUMEN
Esta investigación busca averiguar si existen asimetrías de información entre los rectores y miembros de los máximos cuerpos colegiados de las universidades chilenas. Conforme al marco que brinda la Teoría de Agencia, en donde el rector funge como agente y el máximo cuerpo colegiado como principal, se presume que esa asimetría existe. Metodológicamente, se recurrió a la aplicación de un cuestionario con preguntas cerradas en donde actores exhibiesen saberes que, supuestamente, son básicos en el abordaje de la gestión directiva. El resultado muestra una confirmación ostensible de la teoría agencista: el agente posee mayor información que un integrante del máximo cuerpo colegiado y si este último es interno, supera en tales saberes a quienes son integrantes externos.
Palabras clave. Asimetrías de información; universidades; teoría de agencia; agente y principal
recibido: 20-sep-10, corregido: 29-jun-11 y aceptado: 10-ene-12
Clasificación JEL: I20, I23
Informational asymmetries between agents and principals in chilean universities
ABSTRACT
This research work is aimed at determining whether there are any informational asymmetries between the presidents and the members of collegial bodies in Chilean universities. The framework of agency theory, in which the president of a university plays the role of agent while the collegial body serves as principal, assumes that this kind of asymmetry exists. The methodology was based on a closed-ended questionnaire where respondents had to demonstrate their knowledge of supposedly basic topics related to management performance. The results provide compelling evidence confirming the agency theory, which contends that an agent holds more information than a member of a collegial body, and, if internal, the member’s knowledge exceeds that of external members.
Keywords. Informational asymmetries; universities; agency theory; agent and principal
Assimetrias de informações entre agente e principal das principais universidades chilenas
RESUMO
A investigação busca verificar se existem assimetrias entre as informações entre os reitores e os membros do mais alto escalão das universidades chilenas. Conforme o marco que brinda a teoria da agência no qual o reitor surge como o principal integrante da diretoria, presume-se que essa diferença existe. Metodologicamente, recorreu-se à aplicação de um questionário com perguntas secretas no qual os entrevistados demonstravam conhecimentos que supostamente fossem básicos, numa abordagem de gestão da diretoria. O resultado mostra uma confirmação ostensiva da teoria agencista: o agente possui mais informações que um integrante do corpo colegiado e se o último é interno, supera em tais conhecimentos aos integrantes externos.
Palavras-chave. Assimetrias de informações; universidades; teoria de agência; agente e reitor
Introducción
El presente texto se pergeña en la confluencia de dos inquietudes relevantes. De una parte, el conocimiento y cercanía de los autores con la Teoría de Agencia o enfoque contractual, marco neológico que, como en cualquier disciplina que aborde lo humano, requiere de una refrendación continúa e incisiva para validarse en términos epistemológicos, lo que, a su turno, amerita encontrar un objeto que permita comprobar la coherencia de la apuesta teórica respectiva.
Por otro lado, la complejidad de la cosa organizacional que con sus quehaceres permanentes, hace urgente el poseer fuentes de información y conocimientos, datos y resultados, que permitan optimizar los procesos gestionables para apuntar, finalmente, a una toma de decisiones más certera que de otra manera.
En la especie, el universo para el contraste empírico del enfoque contractual o de agencia elegido lo constituyó el conjunto de universidades chilenas, mayoritariamente públicas, que indagadas conforme a metodologías severas pudiesen confirmar o no una de los articuladores de la agencia que afirma que, entre el agente y el principal, se producen asimetrías de información.
El asunto que desarrolla el presente texto, apoyado en la investigación que lo sustenta, tiene a los gobiernos universitarios como puntos del mayor interés en el campo de los gobiernos corporativos, a lo menos por una razón: las encomiendas y tareas que importan lo universitario vinculadas a la generación y diseminación del saber. Una distorsión en la gestión, cualquiera sea la misión que tutele un gobierno corporativo es importante per se; sin embargo, una distorsión que se origine en vacancias de información, en que confluyan los objetivos mencionados —generación y entrega del conocimiento—, entraña un daño potencial de la mayor gravedad. Por lo tanto, la finalidad central de esta indagación está encaminada a analizar la percepción de los rectores y miembros de los máximos cuerpos colegiados de las universidades chilenas respecto de las asimetrías de información que pudiesen estar presentes en sus respectivas casas de estudios.
Tras la exposición de los propósitos que se acaban de enunciar, el texto explora los basamentos principales de la teoría de agencia, intentando dar una noticia pertinente sobre sus articulaciones principales y en donde las asimetrías de información sólo encuentran equivalencia en otro asunto primordial, cual es, la divergencia de intereses entre agente y principal.
A continuación se hace una descripción de la metodología que, prima facie, es implementada a través de cuestionarios que se usaran frente a determinado rector —que en el modelamiento usado es un determinado agente—, y miembros de los máximos cuerpos colegiados (MCC) de las universidades —que acá representan al principal. Luego de obtenerse las respuestas a las cuestiones propuestas, ellas son sometidas a un nuevo escrutinio con referencia a los grados de percepción que se tiene sobre una eventual asimetría pero, en un segundo grupo de cuestiones, cuando ya se ha efectuado una división necesaria en el grupo de los MCC internos y los MCC externos en donde se mide el grado de conocimiento sobre la organización con respecto a cada rol; en este caso se asigna al agente —rector— un nivel a alta pertenencia, al MCC interno una mediana pertenencia y a MCC externo una leve pertenencia.
Bajo esta estrategia metodológica, la primera técnica aplicada es el Chi-Cuadrado de independencia, la que indicará si el nivel de conocimiento sobre el tema estudiado depende del cargo. Si esto fuere así, entonces se hace imprescindible conocer el sentido de tal dependencia, esto es, sentido inverso o sentido directo; dado que pudiera suceder que a mayor distanciamiento del cargo con el quehacer de la universidad —como sucede con un MCC externo— existiera menor conocimiento de las variables estudiadas; por el contrario, el rector, cuyo cargo debería tener un alto conocimiento de los quehaceres de la universidad, es quien debiera dominar a cabalidad todas las variables con gran exactitud.
Al concluir, efectuadas las indagaciones esbozadas anteriormente, se examinará el grado de cumplimiento de la teoría y, en cualquier caso, la posible utilidad de las exploraciones efectuadas, en donde la existencia de la asimetría de información debería ser obturada al menor coste posible.
1 Fundamentos teóricos
1.1 Antecedentes previos desde la Teoría de Agencia
El gobierno de las organizaciones es un tema que ha preocupado a los diversos autores, estudiosos y académicos del ámbito económico y de la administración de empresas en general desde hace más de un siglo. Sus orígenes se podrían escudriñar en las antiguas compañías por acciones, que eran una forma organizativa que fue creada por los comerciantes británicos en el siglo XVIII. Estas entidades de naturaleza privada se caracterizaban por que emitían acciones, las cuales podían ser negociadas por parte de sus propietarios; sin embargo, ellos no podían actuar en nombre de la compañía, pues el control y la gestión de la misma, era competencia exclusiva de sus gerentes o administradores (Azofra, 1999).
A partir de esas realidades, se han estudiado y analizado las complicaciones que emergen producto de la separación entre la propiedad de una organización y el control de ésta. El segundo factor (control), se encuentra en las grandes organizaciones (empresas públicas y privadas, fundaciones, cooperativas, universidades, etc.) a cargo de personas que se enfrentan a la seducción de practicarlo a su favor, existiendo una multiplicidad de formas para materializarlo.
Dentro de este contexto, al parecer una de las perspectivas que mejor puede abordar esta problemática es la que viene del enfoque contractual o Teoría de Agencia (Fama, 1980; Fama y Jensen, 1983; Jensen y Meckling, 1976). Ya que lo desarrollado en el párrafo anterior es un claro problema de agencia, donde el dueño(s) (que se denominará principal), debe confiar la administración a un gestor, mandante, gerente, ejecutivo, director, rector o administrador (el que se conocerá como agente o eventualmente factótum), con el cual tendrá claras asimetrías de información y funciones de utilidad dispares. Considerando este formato de análisis, el problema más relevante en el gobierno de la organización será la confección de normas e incentivos, contratos tácitos o explícitos, que alineen efectivamente el comportamiento de los agentes con las pretensiones del principal, por medio de un reparto óptimo de los riesgos bajo condiciones de incertidumbre (Álvarez, Arbesú y Cantó, 2000; Fernández y Gómez, 1999; García, 2004; Gorbaneff, 2003; Holmstrom, 1979; Rivera, 2002).
Este será el gran desafío que deberá emprender el modelo principal-agente, y para ello es prioritario comenzar por comprender lo que involucra la teoría de agencia. En este sentido, resulta ineludible referirse a los profesores Michael Jensen y William Meckling (1976), considerados como los principales precursores de esta teoría y quienes definen la relación de agencia como un contrato bajo cuyas cláusulas una o más personas (el principal) contrata a otras personas (el agente) para que realice determinado servicio en su nombre, lo que implica cierto grado de delegación de autoridad en el agente.2
Para Charreaux (s.f.) el propósito inicial de este enfoque era desarrollar una teoría del comportamiento de las organizaciones apoyada en la hipótesis de racionalidad de los agentes económicos, principalmente los derechos. En el presente, esta teoría se utiliza apropiadamente en las investigaciones sobre arquitectura organizativa y gobierno de las organizaciones, existiendo en la actualidad múltiples investigaciones en los ámbitos de la economía, comercialización, finanzas, recursos humanos, ciencia política, contabilidad, etc.
Tomando en consideración los desarrollos teóricos, es claro que este enfoque requiere necesariamente de la cooperación entre individuos como una forma de satisfacer las respectivas funciones de utilidad, expresándose a través de acuerdos contractuales. El meollo de esta teoría está en definir el contrato más eficiente posible entre dos partes, de tal forma que se pueda dirigir adecuadamente esta relación, tomando como punto de partida las características de los entes implicados y el hecho de que los entornos altamente dinámicos e inciertos y los costes de consecución de información, no posibilitan un monitoreo eficiente del agente. En esta lógica, la teoría de agencia ofrece una apropiada explicación acerca de las relaciones de la empresa con el exterior, estudiándola en el contexto global de la economía de mercado y sus correspondientes mecanismos de control externo e interno (Álvarez et al., 2000; Camarero, 2002; Pérez y Mozo, 2000).
1.2 Riesgos que emergen en una relación de agencia por las asimetrías de información
Como ha quedado de manifiesto, desde la óptica de la teoría de agencia o enfoque contractual, en una relación de agencia surgen dos tipos de riesgos, a saber:
Lo expresado en los puntos previamente citados, puede visualizarse en el Gráfico 1.
Por lo tanto, en una relación de agencia aparecen dos actores que tienen funciones e intereses diferentes, que pueden o no controlar el funcionamiento organizacional y que tienen o no información estratégica de las organizaciones.
Como corolario, es posible afirmar que la teoría de agencia intenta solucionar o eventualmente disminuir los costes vinculados a los problemas que emergen de la relación de agencia, para ello busca el diseño y materialización de contratos más eficientes que puedan concretarse entre principal y agente. En este orden de cosas, debe considerar una serie de supuestos sobre las personas, tales como las divergencias de intereses, la mayor o menor aversión al riesgo, los propósitos, los niveles de información, entre otros. Pero junto a lo anterior, también requiere plantearse conjeturas sobre las organizaciones, como por ejemplo, los eventuales conflictos de objetivos, los sistemas de regulación, las asimetrías de información, los estilos de liderazgo, el entorno o escenario competitivo, el rol de las personas, los precios de transferencia, los sistemas retributivos, etc. En este sentido, Eisenhardt (1989) sintetiza los principales alcances y problemáticas que enfrenta esta teoría en la Tabla 1.
2 Presentación del problema y objetivos
En general, los investigadores del ámbito de la administración de empresas coinciden al manifestar que las organizaciones de todo tipo están inmersas en un entorno muy exigente, altamente competitivo, mutante y globalizado, lo cual las obliga a convertirse en unidades prestadoras de servicios elevadamente reflexivas, flexibles e innovadoras; es decir, con grandes capacidades para hacer frente a las adversidades que se plantean en este nuevo escenario empresarial.
Se necesita, por lo tanto, de organizaciones inteligentes, dinámicas y dúctiles que comprendan y se adapten a su entorno, el cual presiona con sus fuerzas políticas, económicas, demográficas, culturales, ambientales y tecnológicas. Las organizaciones también deben entender adecuadamente las relaciones e interacciones que se producen al interior de ellas, desarrollando la habilidad para analizar críticamente su misión, sus estrategias, sus objetivos, su forma de conducción o liderazgo, su orientación al cliente externo e interno y sus procesos y sistemas de gobierno, los que deben estar destinados a transformar con excelencia los insumos en productos o servicios de calidad que satisfagan apropiadamente a los respectivos clientes o usuarios, según corresponda.
En relación con la problemática del gobierno corporativo, es necesario indicar que éste tiende a ser complejo dada la multiplicidad de variables que se deben considerar. La teoría de agencia es uno de los enfoques que puede ofrecer un amplio camino por donde transitar para mejorar el desempeño de las organizaciones. Ello es especialmente necesario ya que en los sistemas de gobierno corporativo existen conflictos de intereses, dilemas en la confianza, dificultades en la gestión, problemas de riesgo moral, costes involucrados y, obviamente, asimetrías de información.
Las universidades, como organizaciones enrevesadas y sofisticadas, están inmersas en una situación similar al resto de las empresas, no escapando por lo tanto a estos desafíos. Este trabajo apunta en esa dirección: comprender, utilizando la teoría de la agencia como marco analítico, lo que ocurre con la gestión de las universidades y, en forma particular, con el problema de la información asimétrica que manejan los dueños (máximos cuerpos colegiados) y los rectores (máximos ejecutivos).
Todo parece indicar que las universidades necesitan tener retroalimentación, de forma tal que se pueda entender cómo se están relacionando las diferentes instancias superiores de administración y, además, conocer otras formas o esquemas de gobierno, los cuales pueden perfectamente hacer la gestión. En este orden de cosas, en el nuevo contexto altamente cambiante, los antiguos esquemas de gestión institucional tendrán que ser suplidos o mezclados con nuevos modelos, formas o teorías administrativas diametralmente distintas a las existentes en la actualidad, tanto en su estructura, estilo o filosofía organizacional, pues la universidad debe estar siempre a la vanguardia de los fenómenos que ocurren en la sociedad y en este sentido, estudiar temáticas como el problema de las asimetrías informativas, resulta muy interesante (Alcántara, 2006; de Vries, 2005; Escotet, 2005; Lolas, 2006; Porter, 1999; Sanabria, 2006; Thaís y Cira, 2004; Velásquez, 2005).
Considerando los contextos planteados a modo de diagnóstico inicial, se puede indicar que el gran objetivo de éste es analizar la percepción de los rectores y miembros de los máximos cuerpos colegiados de las universidades chilenas respecto de las asimetrías de información en sus respectivas casas de estudios.
3 Metodología
3.1 Delimitación de la investigación
Esta investigación tiene primariamente una delimitación de espacio, dado que sólo considerará las universidades que están ubicadas en Chile. La aplicación de la técnica de recolección de información se materializó entre los meses de noviembre de 2008 a agosto de 2009. También existió una limitación de información, puesto que muchos rectores y miembros de máximos cuerpos colegiados (especialmente de universidades privadas), no quisieron entregar ningún tipo de información dado que la consideraban de carácter privado, estratégico o confidencial; otros simplemente no quisieron contestar la encuesta pues argumentaron restricciones de tiempo o problemas de agenda. Finalmente, se puede indicar que hubo limitaciones de acceso en el sentido que no es fácil acceder a los máximos ejecutivos de las universidades y a los miembros de los máximos cuerpos colegiados (MCC), principalmente por la gran cantidad de compromisos académicos y de gestión que demandan sus respectivos cargos.
3.2 Población objeto de estudio
Tal como se observa en la Tabla 2, para el caso de esta indagación, el universo que se proyectó utilizar está constituido por la totalidad del sistema universitario de Chile, lo que incluye a las denominadas universidades tradicionales (divididas en ocho antiguas y diecisiete derivadas) y las treinta y cinco universidades privadas, cuyo conjunto totaliza sesenta casas de estudios superiores. Las universidades tradicionales son las denominadas Universidades del Consejo de Rectores, donde existen dos categorías claramente identificables: las dieciséis universidades del Estado, que se encuentran sub-agrupadas en el Consorcio de Universidades Estatales de Chile y nueve instituciones que se conocen como universidades públicas no estatales (dado que son corporaciones tradicionales, de derecho privado con aporte estatal). Dentro de estas últimas están las tres universidades privadas laicas y el resto son confesionales (ligadas a la iglesia católica).
De esta población se han descartado seis universidades por las razones que a continuación se explican:
De esta forma, el universo definitivo está constituido por 54 universidades, distribuidas en más de la mitad por instituciones laicas, casi un 20% de tradicionales derivadas y un poco más del 10% de universidades tradicionales antiguas.
3.3 Muestra objeto de estudio
Para materializar el contraste de las fundamentaciones teóricas presentadas previamente de forma general, fue preciso seleccionar una muestra que se transformó en el objeto de estudio. Esto significa que probablemente una de las interrogantes más relevantes que se debe responder en cualquier investigación es el tamaño adecuado de la muestra con la cual se realizará el estudio; pues si el tamaño de la muestra es muy grande, es posible que los costos involucrados sean muy elevados y, si por el contrario, la muestra es muy reducida, los resultados son de poca confiabilidad para realizar la inferencia estadística. En este sentido, se ha buscado un diseño muestral que posibilite la obtención de resultados, con un apropiado grado de confianza y un adecuado margen de error.
Siguiendo los criterios precedentes y tal como se expresó en el punto anterior, se consideró para el análisis una población total de 54 universidades. La muestra quedó finalmente constituida por un total de 29 universidades (que corresponde al 54% del universo) de las cuales 11 son privadas y el resto tradicionales.
En cada una de las universidades del sistema universitario chileno seleccionadas se encuestó a su máximo directivo (rector) y a dos integrantes del máximo cuerpo colegiado (MCC), debiendo ser en lo posible uno interno y uno externo a la casa de estudios. De este ejercicio resultó que se recibieron un total de 77 respuestas, de las cuales 54 corresponden a la condición de principal y las restantes son respuestas correspondientes a la categoría de agente.
Es relevante remarcar el hecho de que el 68% de las respuestas totales corresponden a universidades tradicionales y el porcentaje restante a las casas de estudios superiores privadas. El bajo porcentaje de respuestas de las universidades privadas se explica, primordialmente, porque las autoridades de estos planteles son renuentes a entregar información y en general estiman como información privada o confidencial cualquier dato que tengan que proporcionar, aunque éstos no tengan tal condición o se enmarquen en un proceso investigativo. El porcentaje recibido por categoría de universidades se puede observar en el Gráfico 2.
Basados en los datos anteriores y utilizando el cálculo de tamaño de muestra en la fórmula para proporciones, la precisión de los resultados estaría dada por la Ecuación 1:
Donde:
N= 162 (54 universidades por tres representantes de los tres estamentos)
n= 77 (23 rectores, 28 MCC internos y 26
MCC externos)
p= 0,5 (proporción de individuos que presentan la información requerida). Se utiliza
concepto varianza máxima
Z= Coeficiente de confianza del 95%
De lo que se obtiene que ε es igual a 0,0811
3.4 Fuentes y metodología de análisis
Para obtener información de primera fuente, se propuso un cuestionario con preguntas cerradas que fue aplicado a una muestra de los rectores de las universidades chilenas. Además, este cuestionario se aplicó a dos miembro de los máximos cuerpos colegiados, siendo en lo posible uno de ellos interno y uno externo o independiente de la institución. En relación a las fuentes secundarias, se debe indicar que se realizó un acopio y revisión de diversos documentos, provenientes de libros, artículos de revistas académicas, investigaciones, monografías, tesis y artículos en general, tanto físicos como virtuales.
En este estudio se utilizaron técnicas cualitativas, junto con herramientas cuantitativas de investigación.
La unidad de análisis fueron los cargos directivos que conforman el gobierno universitario, en este caso el agente y los miembros de los máximos cuerpos colegiados (MCC), es decir, el principal, este último con dos categorías (MCC internos y externos). Para lo anterior, se tomó una muestra representativa de las unidades de análisis utilizando la fórmula del tamaño de la muestra para proporciones con población conocida.
La confianza utilizada fue del 95% y el error del 8,11%, considerando para ello varianza máxima.
Las características de las variables resultantes de la encuesta implicaron la utilización exclusivamente de pruebas no paramétricas para el análisis de los resultados.
Para el análisis de datos se utilizaron los software Microsoft Office Excel 2003 y el paquete estadístico Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) 11,5 para Windows, el cual es un programa estadístico informático muy usado en las ciencias sociales y en las empresas de investigación de mercado.
4 Resultados
Este apartado tiene como finalidad comprobar el supuesto de la teoría de agencia de que los agentes (rectores), manejan más información que los principales (MCC). Para ello se le realiza una batería de once preguntas asociadas a esta temática.
En primer lugar se trata de identificar la opinión de los encuestados respecto a si creen que existe asimetrías entre los actores más relevantes de la gestión (rector y MCC); luego, las diez interrogantes siguientes se hacen sobre una serie de datos relacionados con la gestión institucional que ellos debieran manejar. En este sentido, las variables grado de conocimiento sobre el tema estudiado y cargo que ostenta, se trabajan como cualitativas ordinales. La primera de ellas se describe por sí sola, pero cargo que ocupa se verifica como ordinal sobre "nivel de pertenencia del cargo con la universidad", de esta forma el rector tiene "alta pertenencia", MCC interno "mediana pertenencia" y MCC externo "leve pertenencia".
Bajo este esquema, la primera técnica aplicada es la Chi-Cuadrado de independencia, la cual indicará si el nivel de conocimiento sobre el tema estudiado depende del cargo. Si eso fuera así, será prioritario conocer el sentido de la dependencia, es decir, si depende en sentido inverso o directo; dado que pudiera suceder que a mayor distanciamiento de cargo con el quehacer de la universidad (por ejemplo MCC externo) existiera mayor desconocimientos de las variables estudiadas; por el contrario, el rector (cuyo cargo debería tener alto conocimiento con todo el quehacer universitario) es quien debería dominar a cabalidad todas las variables con la mayor exactitud.
Para resolver esta última pregunta se aplica el coeficiente Tau B o Tau C de Kendall, el que indica si existe dependencia (o si difiere) el grado de relación y la dirección. Para mayor profundidad, el detalle de las respuestas con los resultados, el análisis estadístico, los descriptivos y los inferenciales, se presenta a continuación.
4.1 Percepción de la existencia de asimetrías informativas entre rectores y máximos cuerpos colegios (MCC)
Los rectores y los miembros de los MCC perciben de manera diferente la existencia de asimetrías de información entre ellos. En este sentido, se puede afirmar que se observan diferencias estadísticamente significativas en las respuestas de ambos grupos respecto de las asimetrías informativas (χ2=15,93 y p=0,000).
Confirma lo anterior el hecho de que el 83% de los rectores piensa que no existen asimetrías de información en la relación agente-principal al interior de su universidad, sentencia que contrasta con el 77% de los MCC internos que opinan que las asimetrías informativas existen. En el caso de los MCC externos, la opinión está más dividida, aunque el mayor porcentaje (59%), está de acuerdo con la opinión mayoritaria de los MCC internos (ver Gráfico 3).
4.2 Nivel de conocimiento acerca de la gestión institucional de rectores y miembros de los MCC en las universidades de Chile
Para abordar este tópico se le pide a los encuestados que respondan una serie de datos o información de sus respectivas casas de estudios, teniendo para ello tres alternativas de respuesta: "exacto", "aproximado" y "no sabe".
En el análisis agregado de esta variable, se comprueba con χ2=22,53 y con p=0,000 que en el nivel de conocimiento de las distintas variables evaluadas depende del cargo que se ostenta. De hecho, y tal como se puede apreciar en la Tabla 3, la mitad de los rectores es capaz de responder con exactitud frente a los datos o información solicitada, situación muy disímil a la observada en la respuesta de los MCC, dado que en el caso de los MCC internos, el porcentaje es del 10% y de los MCC externos, apenas alcanza el 4% de respuestas en esta categoría. Como contrapartida, las respuestas de los principales se centran en la opción "no sabe" (55% en los MCC internos y 61% en los MCC externos). Al analizar la alternativa "aproximada", se visualiza que la respuesta de los tres actores es de 33%, 35% y 36%, según se trate de rectores, MCC interno y MCC externo, respectivamente.
Cuando se aplica el coeficiente Tau-b de Kendall para corroborar el grado de la relación que existe entre el nivel de desconocimiento y el nivel dependencia del cargo con la respectiva universidad, fue factible determinar que la relación existe, tal como lo expresa el τ=0,39 y el p=0,00, pero en un grado de moderada correlación positiva, dado que el coeficiente va entre 0 y 1 y el grado de relación es 0,39.
A su vez, se debe indicar que el porcentaje promedio de MCC que tienen información sobre las temáticas consultadas (es decir, que respondieron con un dato exacto a lo solicitado) no supera el 10% en ocho de las diez preguntas realizadas. Esta demostración es más evidente cuando se analizan las respuestas de los MCC externos, quienes en ninguna de las interrogantes superan el 10% de conocimiento, teniendo en promedio un nivel de conocimiento de 3,3%; en el caso de los MCC internos el indicador es más alto, dado que la mitad de las preguntas tienen un porcentaje de respuestas que supera el 10%, siendo su promedio general del 11%.
Situación contraria ocurre cuando se analiza el nivel de información que manejan los agentes, debido a que en nueve de las diez preguntas demostraron un nivel de conocimiento superior al 40%, y dentro de las nueve interrogantes precitadas, seis superan el 50% y tres el 60% (en una de ellas, "número de carreras impartidas en pregrado", el porcentaje de acierto fue del 70%) existiendo sólo una variable (promedio de renta económica del alumnado) que tiene un nivel de conocimiento inferior al 25%, lo que arroja un promedio general del 51% (ver Gráfico 4).
A continuación se detallan las variables en las cuales estas asimetrías informativas o diferencias en el nivel de conocimiento entre el rector y los MCC son detectadas: número de funcionarios, número de académicos jornada completa, número de alumnos totales en pregrado, número de proyectos en ejecución (FONDEF,3 FONDECYT4), número de carreras impartidas (pregrado), total de metros cuadrados construidos, total de ingresos por aporte fiscal directo, total de ingresos por aporte fiscal indirecto, ingresos propios (fuentes de autofinanciamiento) y promedio de renta económica del alumnado.
a) Conocimiento del número de funcionarios, del rector y miembros del MCC
Para esta variable se comprueba con χ2=17,77 y p=0,001 que existe diferencia en el nivel de conocimiento del número de funcionarios, según cargo que se ostenta. Ahora bien, la aplicación del coeficiente Tau-b de Kendall determina que la relación entre el nivel de desconocimiento y el nivel de pertenencia de la universidad es τ=0,38 y con p=0,00, lo cual es una moderada correlación positiva (ver Tabla 4).
b) Conocimiento del número de académicos jornada completa, del rector y miembros del MCC
Por medio de la utilización de esta variable es factible comprobar, con χ2=25,63 y p=0,000, que existe diferencia en el nivel de conocimiento del número de académicos de jornada completa, dependiendo del cargo que se ostenta.
Al aplicar el coeficiente Tau-b de Kendall para comprobar el grado de relación que existe entre el nivel de desconocimiento del número de académicos jornada completa de la universidad y el nivel del pertenencia del cargo, este fue de τ=0,44 con p=0,00, lo cual representa una moderada correlación positiva (ver Tabla 5).
c) Conocimiento del número de alumnos totales en pregrado por parte del rector y miembros del MCC
En esta variable se comprueba, con χ2=22,47 y con p=0,000, que existe diferencia en el nivel de conocimiento del número de alumnos totales en pregrado, según sea el cargo que es ocupado.
Por su parte, la aplicación del coeficiente Tau-b de Kendall determinó que el nivel de desconocimiento está relacionado con el nivel del cargo que se ostenta, tal como lo demuestra τ=0,46 y p=0,00, pero con una moderada correlación positiva, pues se comprobó que el coeficiente va entre 0 y 1 y el grado de dependencia es 0,46 (ver Tabla 6).
d) Conocimiento del número de proyectos en ejecución (FONDEF, FONDECYT) por parte del rector y miembros del MCC
En cuanto a esta variable, se demuestra con χ2=34,02 y con p=0,000, que existe diferencia en el nivel de conocimiento del número de proyectos, dependiendo del rol (agente o principal) que se ostenta.
Al aplicar el coeficiente Tau-b de Kendall para determinar el grado de relación que existe entre el nivel de desconocimiento (del número de proyectos en ejecución, sean FONDEF o FONDECYT) y el grado de pertenencia del cargo que se ostenta en la universidad, se comprobó que existe una moderada correlación positiva, tal como lo muestra el τ=0,49 y el p=0,00. Los porcentajes correspondientes pueden visualizarse en la Tabla 7.
e) Conocimiento del número de carreras impartidas (en pre grado) por parte del rector y miembros del MCC
Referente a esta variable, se demuestra con χ2=23,05, y con p=0,000, que existe divergencia en el nivel de conocimiento del número de carreras impartidas (en pre grado), dependiendo del cargo que se ocupe en la universidad. Por su parte, la aplicación del coeficiente Tau-b de Kendall, que da como resultado un τ=0,45 y un p=0,00, determinó que el grado de desconocimiento está correlacionado en forma positiva moderada con el nivel del pertenencia del cargo ostentado en la respectiva casa de estudios (ver Tabla 8).
f) Conocimiento del número total de metros cuadrados construidos por parte del rector y miembros del MCC
Al observar esta variable se comprueba, con χ2=22,42 y p=0,000, que el nivel de conocimiento de los metros cuadrados construidos en la universidad depende del cargo que se ostenta.
A su vez, el coeficiente Tau-b de Kendall determinó que el nivel desconocimiento tiene una moderada correlación positiva con el cargo que es ocupado, en el sentido de la pertenencia con la universidad, tal como lo comprueba τ=0,41 y p=0,00 (ver Tabla 9).
g) Conocimiento del total de ingresos por aporte fiscal directo por parte del rector y miembros del MCC
En relación a esta variable se evidencia, con χ2=31,78 y p=0,000, que existe diferencia en el nivel de conocimiento del total de ingresos por aporte fiscal directo, según el cargo que se ostenta.
Ahora bien, la utilización del coeficiente Tau-b de Kendall, cuyo producto es τ=0,45 y p=0,00, determinó que existe una correlación positiva leve entre el nivel de desconocimiento del total de ingresos por aporte fiscal directo y el cargo ocupado (ver Tabla 10).
h) Conocimiento del total de ingresos por aporte fiscal indirecto por parte del rector y miembros del MCC
Respecto de esta variable, se comprueba con χ2=34,90 y p=0,000, que el nivel de conocimiento del total de ingresos por aporte fiscal indirecto depende del cargo ocupado.
Cuando se aplica el coeficiente Tau-b de Kendall se determina una moderada correlación positiva entre el nivel de desconocimiento del total de ingresos por aporte fiscal indirecto y el cargo, conτ=0,49 y p=0,00 (ver Tabla 11).
i)Conocimiento del total de ingresos propios (fuentes de autofinanciamiento) por parte del rector y miembros del MCC
En relación a esta variable, se evidencia con χ2=27,08 y p=0,000, que se encuentran diferencias en el nivel de conocimiento respecto de los ingresos propios de las universidades (fuentes de autofinanciamiento) según el cargo que se ostenta.
Del mismo modo, la Tabla 12 muestra los resultados de la aplicación del coeficiente Tau-b de Kendall generó como resultado un τ=0,44 y un p=0,00, lo que permite establecer que existe una correlación positiva poco trascendente entre el cargo ocupado y el nivel de desconocimiento sobre los ingresos propios (fuentes de autofinanciamiento).
j) Conocimiento de promedio renta económica del alumnado por parte del rector y miembros del MCC
En esta última variable se comprueba, con χ2=9,43 y p=0,051, que no existe diferencia en el nivel de conocimiento respecto a la renta promedio económica del alumnado de las respectivas universidades, es decir, este resultado es relativamente homogéneo entre rectores y MCC (ver Tabla 13).
Para mayor nitidez respecto de estas diferencias de conocimientos detectadas entre agente y principal (ver Tabla 14) se presenta un consolidado que compara las diferentes opiniones considerando, además de los participantes, las variables "área o dimensión de conocimiento", "Número exacto", "No sabe" y coeficiente Tau-b de Kendall.
Los dispares niveles de conocimiento entre agente y principal que ratifican el supuesto de las asimetrías de información pueden ser visualizados con mayor nitidez en el Gráfico 5.
De acuerdo a los resultados analizados y las correspondientes pruebas estadísticas aplicadas, se comprueban los supuestos aplicados de la teoría de agencia que planteaban que, proporcionalmente, los MCC de las universidades de Chile perciben que existen mayores niveles de información asimétrica que los rectores y que suponían además que los rectores de las universidades chilenas tienen mayores niveles de información acerca de la gestión institucional que los MCC.
5 Conclusiones
Luego de un examen de los resultados recién exhibidos y que están el "cor" (corazón) de lo indagado en las exploraciones que los hiciesen evidentes, en donde se articuló la hipótesis del enfoque contractual y la consignación de asimetrías de información, se puede decir, con apego a las metodologías desplegadas, que se confirma y consolida la comprobación del supuesto de que los agentes —acá los rectores— manejan mayor cantidad de información que los principales —en la especie, los máximos cuerpos colegiados o MCC. Adicionalmente, en este estudio queda demostrado que la información que maneja cada agente, además, tiene mayor nivel de precisión.
A la luz de lo expresado previamente, dos hallazgos específicos resultan interesantes de destacar:
En primer lugar, que existen grados de información en los cuales los MCC poseen niveles de conocimiento altamente insatisfactorios, como en los casos de información relacionada con el número de proyectos en ejecución (FONDEF, FONDECYT), el total de ingresos por aporte fiscal directo, el total de ingresos por aporte fiscal indirecto, el total de ingresos propios (fuentes de autofinanciamiento) y el promedio de renta económica del alumnado.
En las materias citadas previamente, el porcentaje promedio de MCC que tienen conocimiento sobre estas temáticas consultadas supera levemente el 3%. Esta demostración es más evidente cuando se analizan las respuestas de los MCC externos, quienes en ninguna de las diez preguntas, esto es en su singularidad, alcanzan el 10% de conocimiento (en el caso de los MCC internos hay cinco preguntas que superan el 10%).
En segundo término, es destacable el alto nivel de información que manejan los agentes, dado que en nueve de las diez preguntas demostraron un nivel de conocimiento superior al 40% y dentro de las nueve interrogantes precitadas seis superan el 50% y tres el 60%, existiendo sólo una variable que tiene un nivel de conocimiento inferior al 40% con un promedio de respuesta de 51%.
El palimpsesto de resultados, los que eventualmente pueden implicar nuevas desagregaciones, han exhibido un nivel informativo de la mayor significación si se toma en consideración que la misma conformación del universo muestral, ascendente al 54% del total de universidades chilenas, se hizo en función de la exteriorizaciones de agentes y principales que habían traspasado los niveles de reserva comercial de algunas universidades no tradicionales.
Los resultados aludidos tiene un correlato virtuoso: permite la detección de anomalías que, desde luego, afectan los niveles informativos en actores relevantes, situación que amerita verificaciones empíricas sobre eventuales y graves perturbaciones en los estadios de decisiones de los procesos de los gobiernos corporativos que aquí se estudian; hecho que posibilita la proyección de nuevas líneas investigativas que profundicen y determinen formulas que permitan enfrentar las asimetrías informativas que se han detectado en el gobierno de las universidades en Chile. Sería interesante extender esta indagación a universidades de otros países, para intentar confirmar esta evidente realidad detectada. Por lo mismo, se considera que hay, en principio, un repertorio de instrumentos para la advertencia de problemas nada inocuos y/o, en cualquier caso, una veta para inquietudes plenamente válidas en el estudio de la administración universitaria como nicho genuino investigativo.
Lo anterior cierra el presente texto pero al mismo tiempo lo abre a nuevas propuestas, lo que, acaso, sea su mejor aporte.
NOTAS AL PIE DE PÁGINA
1. Los autores agradecen a los pares evaluadores y al Comité Editorial de Estudios Gerenciales, quienes con su retroa-limentación, enriquecieron sustantivamente los resultados finales del presente trabajo.
2. En todo caso, es el trabajo de Coase (1937) el que estableció las bases del origen del enfoque contractual. En orden cronológico, también podrían citarse como documentos seminales, las aportaciones realizadas por Ross (1973) y Williamson (1975).
3. Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico.
4. Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico.
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